Complejo Sojero

Aceiteras a punto de paralizarse en plena cosecha gruesa por reclamos sindicales

La UOCRA San Lorenzo ratificó que a partir del lunes impulsará una huelga general por tiempo indeterminado, con piquetes que impedirán el ingreso de transporte y personal. Con ello, los puertos tampoco tendrán actividad

Una vez más, la gallina de oro de la Argentina queda en jaque.

Se trata del complejo sojero con epicentro en San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes que otra vez queda a expensas de las divergencias que los distintos sectores que integran su cadena comercial, no logran resolver en tiempo y forma.

Hoy se conoció al decisión del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del departamento San Lorenzo para lanzar una huelga por 24 horas en demanda a una solución al irresoluto problema para el pago de indemnizaciones, por parte de la cerealera Buyatti, a sus ex operarios.

Ahora se suma el paro de actividades que el pasado martes fue anunciado por la UOCRA delegación San Lorenzo a raíz de la falta de pago, por parte de las contratistas que realizaban tareas dentro de las agroexportadoras, de 23 días de jornales retroactivo a diciembre del año pasado.

Cabe recordar que esas jornadas a las que el gremio de la construcción hace mención se refieren a la medida de fuerza que durante idéntico lapso de tiempo llevó adelante SOEA por un pedido de aumento salarial, entre otras indemnizaciones.

Esa protesta impidió el ingreso de transporte y trabajador alguno a las fábricas, y por tal razón, los afiliados a UOCRA se vieron impedidos de cumplir con su asistencia. Ello motivó a que las empresas contratistas no cobraron esos días en virtud a que no pudieron presentar los correspondientes certificados de ejecución de las obras, pero desde el sindicato alegaron que esa cuestión (con buen tino) no les corresponde.

A pesar que unas pocas firmas abonaron igual esos jornales, asumiendo ese riego empresarial, la mayoría no lo hizo, Y por eso la amenaza de la protesta que, a este mediodía de viernes, fue ratificado porque no hubo comunicación alguna de los empresarios contratistas, ni de sus pares aceiteros o de autoridad administrativa (Ministerio de Trabajo) en siquiera convocar a una reunión para hallar una solución.

Así, en plena cosecha gruesa, con el arribo de miles de camiones con granos que arriban a diario a los puertos y aceiteras de la zona, y con ciento de vagones ferroviarios que imitan tal acción, desde hoy con los aceiteros y el lunes con los obreros de la construcción, el complejo sojero quedará inactivo.

La ausencia de un Observatorio o entidad alguna con presencia regional capacitado para analizar tales temáticas y accionar en pos a una gestión de pactos, acuerdos y entendimientos en los diferentes actores que participan de esta compleja y a la vez enriquecedora actividad, es una deuda que ya no puede postergarse más.

A falta de ello, y de dirigentes probos y eficaces, la principal actividad económica del país, generadora de trabajo para miles de personas, quedará una vez más atrapada por lo  imprevisible que son, muchas veces, las reglas de juego en este país.

Alejandro Romero