Si bien existen excepciones, un gran porcentaje de la población mundial consume helado, sobre todo durante la primavera y el verano. Además de los formatos tradicionales, cada vez existen más postres que lo incluyen y se desarrollan nuevos sabores ¡incluso salados!
Este antiguo manjar, que inicialmente se fabricaba a base de hielo, muchas veces es juzgado por la cantidad de azúcar e hidratos de carbono que aporta a nuestro organismo. Sin embargo, consumido con responsabilidad y fabricado artesanalmente, ofrece muchos beneficios.
En esta nota, te contamos todos los aspectos en los que el helado resulta un gran aliado, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente.
Aporta nutrientes
Dependiendo del sabor, el helado nos aporta distintas vitaminas y minerales derivados de los ingredientes como las frutas y frutos secos. Si son a base de leche, suman calcio, fósforo y vitamina B2.
Teniendo en cuenta que existe una gran industria artificial, es aconsejable recurrir a la fabricación artesanal y comprar en heladerías Freddo, entre otras opciones.
Es una fuente de energía
Los helados nos aportan hidratos de carbono, por su alto contenido en grasas y azúcares, siempre que nos referimos a los sabores de crema. Por eso, nos brindan una gran cantidad de energía que puede ser muy útil luego de una semana agotadora.
También, podemos encontrar versiones sin azúcar ni gluten, una opción excelente para quienes padecen diabetes o celiaquía. Además, el aporte graso es mínimo en las recetas artesanales.
Hidratación
Frente a un golpe de calor o una baja de presión, es una solución ideal. Además, cada vez es más frecuente encontrar sabores frutales con menos porcentaje de crema y mayor cantidad de agua en su fabricación.
Las recetas al agua también son una oportunidad para personas veganas o alérgicas a la caseína de saborear un delicioso helado.
Buen humor
Además de la tentación provocada por el sabor, el contenido graso y el frío, muchas veces nos apetece helado ¡porque nos da alegría! Y esto no es un mito, sino que se debe al alto contenido de triptófano (un aminoácido) que contiene el popular postre.
Socialización
Otro motivo que puede darnos felicidad al momento de tomar un helado es compartir. Si bien podemos tomar helado solos en casa, caminando o sentados en una heladería, es uno de los pretextos más comunes para pasar un buen rato con nuestros amigos, pareja o familiares.
Anestesia
En algún momento, todos hemos escuchado que un dentista recomendó tomar helado luego de una intervención o un médico lo sugirió para desinflamar alguna herida de garganta.
La razón es la baja temperatura, que cumple la función del hielo. Esto funciona gracias a sus propiedades antiinflamatorias y vasoconstrictoras, que ayudan a detener el sangrado.
Tradición
Son muchas las teorías sobre el origen del helado. La más popular sostiene que sus inicios se remontan a miles de años atrás, cuando en China se mezclaba la nieve de las montañas con jugos de frutas.
De cierto modo, damos continuidad a una tradición milenaria que ha sorteado el paso del tiempo porque la humanidad lo sigue eligiendo y fomentando su subsistencia.