El Sindicato de Trabajadores de la Vigilancia Privada (Sutravip) de San Lorenzo cumplió ayer una década.
Fundado un 22 de marzo de 2012 por un puñado de trabajadores que se mostró disconforme con la asociación obrera madre, de alcance nacional, tomaron el toro por sus astas y proyectaron un gremio con alcance estrictamente regional que dispusiera de presencia para la defensa de los derechos laborales de sus compañeros y un poder negociador para la discusión salarial.
Hoy lograron ambos objetivos y se consolida en la región como único referente en este rubro.
“Los inicios fueron difíciles, pero siempre tuvimos en claro nuestros objetivos”, recordó su secretario general Cristian Rodríguez, en diálogo con SL24. En ello agradeció a la entonces conducción de la CGT San Lorenzo por el apoyo que les brindó.
Si bien los vigiladores cuentan con una organización obrera de alcance nacional, en la zona casi no tenía existencia, “Los compañeros eran ninguneados y muy mal pagados, y eso definitivamente cambió”, precisó.
Hoy el gremio cuenta con unos 1.100 afiliados, lo que demuestra por sí mismo el poderío alcanzado en estos primeros diez años de existencia.
Rodríguez también destacó que desde la aplicación del denominado convenio COPA (Convenio Oleaginoso Portuario y Agroexportador) se logró que se los incluyera en la composición salarial de aquellos afiliados que prestan servicios en terminales portuarias y fábricas aceiteras, pero que también lo extendieron a otros rubros por fuera del complejo sojero. “Hoy aún lo mantenemos”, confirmó el sindicalista.
Y en materia de habares, los empleados nucleados en este gremio “cobran casi el doble que cualquier otro compañero que pertenezca a la organización sindical nacional”.
Uno de los principales objetivos que la actual comisión directiva se planteó es contar con una sede social propia.
Actualmente disponen de un amplio local en Rivadavia al 400, en San Lorenzo, al cual alquilan.
“Agradecemos a los compañeros afiliados y a sus familias por este acompañamiento”, concluyó.