EL Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE) delegación Santa Fe Sur participó anteayer del allanamiento y rescate de un peón rural con indicios de situación de reducción a la servidumbre y trata de persona con fines de explotación laboral, durante un operativo en un establecimiento agrícola en jurisdicción de Villa Mugueta.
Participaron UATRE Rosario, Genndarmería Nacional, e integrantes del Programa Nacional de Rescate, con el apoyo de Comité Ejecutivo de Lucha en contra de la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a sus Víctimas.
A través de un allanamiento sorpresa en un campo dedicado a la siembra de soja ubicado en cercanías del casco urbano de Villa Mugueta, las fuerzas federales ingresaron al predio donde hallaron una precaria vivienda, en la que rescataron al trabajador rural.
El peón, de 43 años, había sido llevado engañado a ese lugar, con la falsa promesa de conseguirle una vivienda para él y su mujer, y un empleo. Los inspectores estiman que el objetivo del empleador no era tenerlo para trabajar, ya que nunca tuvo las herramientas ni menos trabajo registrado, ni salario mínimamente decente.
El trabajador relevado no se encontraba registrado en la seguridad social, percibía una remuneración de $ 20.000 por mes, trabajando de lunes a lunes y se le descontaban los alimentos.
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Pullaro el más Peronista de los RadicalesLa persona es oriunda de la provincia de Entre Ríos y fue puesta a resguardo en el marco del Programa de Asistencia a las Víctimas de Trata de Personas y Rescate, y fue trasladado a un hotel en la ciudad de Rosario que ofreció gratuitamente la UATRE, donde también le suministraron alimentos y luego continuaba su viaje para que pueda reestablecerse en su ciudad de origen.
“Se montó un operativo de fiscalización el 8 de abril pasado, donde se pudo detectar indicios de explotación laboral”, explicó el delegado provincial del RENATRE Santa Fe Sur, Andrés Alasia.
La habitación donde el trabajador fue encontrado, era una especie de cochera abandonada de una casa deshabitada, al lado tenía una diminuta piecita completamente llena de humedad paredes y techo y una ventanita con vidrios todos rotos, todo tenía mucha humedad, la cochera que era su casa no tenía cocina solo una garrafa precaria y peligrosa.
Los inspectores constataron que la única canilla estaba afuera de la vivienda, venía directo del molino, desde donde también sacaba agua, de la cual se han tomado muestras para determinar su potabilidad.
“Las paredes presentaban grietas de piso a techo, instalación eléctrica completamente precaria a punto de cortocircuito, sin agua potable, el baño era una derruida letrina en el exterior, en medio de un yuyal y rodeado de agua estancada con techo lleno de filtraciones, realmente lamentable”, describió Alasia. “Toda la situación evidencia un claro aprovechamiento de este trabajador que se encontraba completamente vulnerabilizado”, agregó.