Complejo Sojero

Cuántas muertes más necesita el gobierno nacional, unitario y porteño, para aportar una solución

Cuántas muertes más necesita el gobierno nacional, unitario y porteño, para aportar una solución

Anoche hubo otro choque múltiple en las rutas de accesos a los puertos y dos camioneros fallecieron. Cada año, y en cada cosecha gruesa se evidencia la falta de infraestructura vial en la región
Anoche hubo otro choque múltiple en las rutas de accesos a los puertos y dos camioneros fallecieron. Cada año, y en cada cosecha gruesa se evidencia la falta de infraestructura vial en la región

El Complejo Sojero radicado en la región es, hoy y desde hace largamente más de una década, el eje que sustenta la actividad económica del país.

Por sus puertos salen los granos y subproductos que se transforman en divisas que son claves para que la Nación pueda desplegar sus políticas.

Los miles y miles de millones de dólares que esta industria genera no es comparable con otra. El saldo que aporta a la balanza comercial es indispensable. Téngase presente que este 2021, ayudado por la suba del precio internacional de la soja, más una nueva cosecha récord que impulsa el campo, se supone que alcanzará y superará los 20.000.000.0000 millones de dólares.

En este contexto, la “gallina de los huevos de oro” deambula en el caos cuando se aproxima la cosecha gruesa. Es un período de tres o cuatro meses en el que el ingreso de granos es superior al resto del año, en especial, de la soja.

Con una infraestructura ferroviaria precaria (en todo el país), el grueso se moviliza en camiones. Y la infraestructura vial no es mejor. Casi se diría que es peor.

Los puertos y aceiteras radicados en Timbúes, Puerto San Martín y San Lorenzo, concentran el grueso de la actividad y también el grueso de los camiones que transportan la materia prima. Eso se sabe desde hace tiempo. Y también se conoce que las rutas de acceso a estas tres localidades no reúnen las condiciones mínimas para contener la circulación de 10.000 o más camiones por día que provienen desde distintos puntos del país y coinciden en estas tres localidades.

La ruta A012 deja de ser autovía en su cruce con la autopista Rosario-Córdoba para, desde ahí hasta San Lorenzo, transformarse en ruta simple de doble mano. Este tramo recibe camiones de todo el sur de provincia de Buenos Aires y sur santafesino, además del sur cordobés.

La ruta provincial 91, desde su cruce con la vieja 9 o la autopista Rosario-Córdoba, recibe el tránsito de camiones que proceden desde el centro y norte de Córdoba y el noroeste santafesino. Y también es un tramo de ruta simple, con doble mano.

La ruta 34 es otra línea de accedo, y el transporte que por allí transita luego cae en un embudo sobre las rutas 91 y A012. Y los mismo sucede para los que transitan por la autopista Rosario-Santa Fe.

Todos estos pesados rodados acaban confluyendo en los accesos norte y sur de San Lorenzo y en el de Villa La Ribera,

Este mapa es conocido por todos, pero no hay propuesta alguna cierta y creíble para realizar las obras de infraestructura vial que posibiliten dotar de rutas seguras, modernas y ágiles. Trazos de doble circulación por mano, puentes y caminos mejores asfaltados alcanzarían para ello, pero los gobiernos parecen no estar demasiados interesados en realizar una inversión así.

Hubo algunos proyectos, pero desde hace unos 30 años, ninguno se concretó. Se comenzó con el Plan Circunvalar en años de gobierno menemista y se terminó con el macrismo con un súper plan de obras viales que proyectaba autopistas y rutas nuevas para la región. Nada de ello se ejecutó.

Está claro que para el actual gobierno nacional, y otros que los antecedieron, esto no es un tema de agenda. No parece interesado es destinar un porcentaje de la fenomenal recaudación que acredita gracias a la actividad en los puertos y aceiteras de estas tres localidades, y prefiere distribuirlos en planes de asistencia social y/o en el pago de deudas externas.

Lo cierto es que los gobernantes en Capital Federal proyectan planes macroeconómicos, sociales y políticos y, fieles a la historia del centralismo porteño, dejan de mirar que pasa en el interior. Para el actual presidente Alberto Fernández, su promesa de gobernar para un país federal, en este caso, queda en un simple clichés,

Mientras tanto, siguen muriendo automovilistas y camioneros. Como anoche, donde dos transportistas perdieron sus vidas en una colisión en cadena que ocurrió en la ruta provincial 91, a la altura de Andino.

Alejandro Romero