Agroindustria

Que la sombra de Juárez no destruya la estiba y a los estibadores

Que la sombra de Juárez no destruya la estiba y a los estibadores

Vicentín fue un aliado histórico de Juárez
Por Nicolás Carugatti
Por Nicolás Carugatti

El comercio internacional por las costas de nuestro Río Paraná es la génesis de construcción y sentido de nuestras ciudades que apalancó la movilidad social de sus habitantes permitiendo el crecimiento, la creación de comercios, pymes y profesionales.

La exportación de cereales lleva más de 70 años de historia de evolución e inversión permanente. Desde las dos primeras terminales exportadoras, Indo en Puerto San Martín y Molinos en San Lorenzo, hasta el día de hoy con más de 20 terminales con las tecnologías más modernas del mundo. Junto al crecimiento de la industria evolucionaron los oficios y profesiones necesarias para poder operar con eficiencia estas empresas, las que son responsables de más del 60% de las exportaciones Argentinas.

Los estibadores y la estiba son desde los primeros días de la actividad exportadora un engranaje clave que garantiza la eficiencia de carga y descarga de buques y barcazas. En los orígenes de la industria exportadora, los estibadores embolsaban, ataban y cargan los buques a mano siendo está la fuente de trabajo más importante de toda la región. En la actualidad, los hijos y nietos de aquellos estibadores son operarios de sofisticadas maquinarias pero su rol sigue siendo igual de importante al de sus antepasados, para que las millonarias inversiones en ampliación de capacidad de molienda y almacenaje puedan ser un ejemplo de logística admirado en todo el mundo.

Herme Juárez construyó un imperio organizando a los trabajadores, los agrupó a todos ellos en una Cooperativa de Trabajos Portuarios. En la actualidad ese modelo de construcción empresarial con algunas adaptaciones bien podría ser considerado una empresa B.  Fue un acierto como construcción de valor y dinamizador social; pero tuvo su lado oscuro como casi todo en este país. Juárez se apropió del manejo económico de la institución y dirigió con mano de hierro los destinos de la organización y del gremio, siempre con el manual de dirigente Argentino que tiene en su ficticio preámbulo la acumulación del poder total. “Vino Caliento” sometió por décadas a muchos estibadores, manejando con discreción monárquica la asignación de jornales, los estibadores cobran por jornales “si no trabajan no cobran”.

“Vino Caliente” tuvo otra particularidad que afectó a la estiba y a los estibadores; fue su manera de manejar las negociaciones de aumento de las tarifas. Para lograr los incrementos tarifarios Juárez utilizaba la extorsión, generando paros a la exportación como en el año 2013 – en pleno gobierno de Cristina Kirchner – medida que se extendió por 15 días. Los excesos económicos obtenidos por los paros y producto del manejo discrecional que Juárez ejercía de la Cooperativa tenian como fin incrementar su patrimonio personal, lo cual quedó reflejado en la causa penal que lo tiene como jefe de una asociación ilícita que tenía como objetivo triangular recursos de la Cooperativa para comprar bienes y acciones. No derramando en el núcleo de estibadores que hoy ven como sus ingresos se licúan con la inflación.

La detención de Juárez que trajo aparejada la intervención judicial de la Cooperativa y el SUPA. Hizo que durante casi 2 años no se tenga una mirada estratégica del futuro de ambas instituciones atentando contra la actividad de estiba en general.

Algunas agroexportadoras lucharon contra la concentración del mercado de estiba en las manos de Juárez, uno de los emblemas de está batalla fue Pablo Ferré – ex gerente de T6 – mientras que muchas de las otras compañías agroexportadoras tenían en Vino Caliente “un aliado”. La descentralización del mercado sin un criterio que garantice la armonía de los cientos de socios de la Cooperativa como así también de los afiliados del SUPA, pueden convertir al Cordón Industrial en un polvorín que hará imposible las operaciones, como ya sucede en muchos complejo industriales de nuestro país.

La dirigencia está a tiempo y deben primar los intereses colectivos por sobre los individuales, si la respuesta está en una planilla de excel vendrán tiempos difíciles. “No destruyan la estiba y a los estibadores”

 

 

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