Dos ladrones ingresaron a la playa de camiones que la empresa Bunge posee en Puerto San martín con intenciones de robo. En el interior fueron descubierto y emprendieron la fuga.
En un momento quedaron encerrados entre la policía y el arroyo San Lorenzo, por lo que sin dudar se arrojaron a sus aguas.
Los agentes fueron detrás de ellos y así pudieron atrapar a uno de los cacos.
A los pocos metros estaba el botín: caños galvanizados de 5 metros de largo.