En Santa Fe vienen pasando cosas extrañas desde hace mucho, sin ir más lejos Rosario va a cerrar el año con la mayor tasa de homicidios violentos de su historia y nada cambia. Muy por el contrario la política y el establishment discute un posible caso de espionaje ilegal.
Entre las cosas raras que suceden en la provincia hoy se agrega el conflicto del Puerto Rosario, que comenzó a la luz de la superficie como una discusión paritaria, pero que terminó con cambios extraños en el ENAPRO: el pedido por parte del gremio para que finalice la concesión que tienen Vicentin y la chilena Ultramar, la toma de las instalaciones del puerto con violencia y los destrozos en la Municipalidad de Rosario. Y también las autoridades provinciales desplazando del ENAPRO a TPR y poniendo en su lugar a José Esteban Ondarcuhú y a la Bolsa de Comercio de Rosario, entidad que curiosamente nunca había sido parte del ente y que decide ingresar en un momento de máxima tensión… Con el tiempo esto quedará más claro.
Nada explicaría, en condiciones de una provincia normal, por qué los portuarios no concentran sus reclamos en la puertas del ENAPRO y sí lo hacen en las del Concejo Deliberante y de la Municipalidad de Rosario. En Santa Fe las explicaciones están muy cerca de la superficie, cualquiera que quiera conocer qué hay en el fondo de un conflicto, con realizar dos preguntas o leer entre líneas las noticias podría aproximarse con mucha claridad a la raíz, que en este caso se manifiesta un los piquetes y la violencia sindical.
A la política no le importan los 270 muertos en Rosario en lo que va del 2022, entonces cómo podemos esperar que se escandalice y no sea parte de acuerdos poco claros en la administración del Puerto. Querido lector, le ha tocado vivir momentos de decadencia total de la instituciones en la invencible, que dios lo proteja.
