La empresa de origen del norte de la provincial fue pionera en el desarrollo de los puertos y fábricas de aceite de soja a la vera del río Paraná, en el cordón agroexportador de San Lorenzo y Puerto San Martín. Los primeros directivos Vicentin comenzaron a buscar terrenos sobre la costa del río en la ciudad histórica para poder así conectar su planta de Ricardone (así conocida a pesar de estar en San Lorenzo) con un puerto que permita exportar todo lo producido, por esto identificaron el predio industrial que tenía Duperial (ahora Akzo Nobel) en el extremo sur. Luego de muchas y largas negociaciones, en el año 1984 lograron comprar las tierras para instalar su puerto que hoy se convirtió en un complejo industrial modelo.
De aquella negociación quedó una cláusula que contempló la construcción de instalaciones portuarias que permitan descargar al menos dos vapores por año de materiales claves para la operación industrial de Akzo Nobel. Este acuerdo que ya tiene más de 35 años aún perdura y sigue mostrando cómo la asociatividad permite la expansión de una región productiva.
Estas instalaciones únicas en toda la región, que permiten la descarga de barcos de ultramar, es clave para la importación de semillas de soja desde Brasil. Una situación que van mitigará la falta de materia prima sufrida por la sequía más importante de la historia moderna de Argentina. Brasil no fue afectada por la falta de lluvias y por lo contrario, está consolidando una excelente campaña de soja.
La Cámara de Industria de Aceite (CIARA) estima que la capacidad ociosa de todo el complejo puede superar el 80% de su capacidad instalada. Curiosamente, Vicentin se puede convertir en un factor clave para ayudar al ingreso de divisas que permita que la sangría de dólares producto de la sequía sea menor de la proyectada.