El ministro de Gestión Pública de Santa Fe, Marcos Corach, defendió la gestión en seguridad que viene haciendo el gobierno provincial, a pesar de reconocer problemas y condicionamientos en distintos aspectos. “No me saco la responsabilidad, pero cuando encontramos las cosas en el estado en que las encontramos todo se hace mucho más difícil porque hay que remarla desde atrás”, explicó. Y remató: “Claramente no es sencillo gestionar a esta Policía”.
Corach fue entrevistado por Marcelo Fernández («Con sentido común, por CNN Radio Rosario) en el marco de la reciente inauguración del Centro Comando y Control, con el que el gobierno santafesino busca “bajar los tiempos de respuesta” ante un llamado al 911.
“No fue una inauguración, sólo quisimos mostrar en la etapa en la que estábamos trabajando ahora. Es una inversión de más de 35 millones de dólares y 100 millones de pesos en infraestructura. Hemos trasladado y ampliado y cambiado de funciones lo que era el Ojo, que estaba en la sede de Gobierno”, aclaró Corach. Y agregó: “Buscamos optimizar y mejorar lo que hoy no funciona como nosotros quisiéramos que funcione, como la ciudadanía pide”.
Sobre los problemas de atención que tiene el 911, el funcionario apuntó: “Los estándares internacionales hablan de 5 segundos y nuestro promedio es de 4 segundos para atender y abrir una carta y despachar un móvil. La queja normalmente viene de por qué demora tanto. Nosotros lo sabemos, ninguno es necio y hacemos una autocrítica de lo que no funciona. Por eso ahora vamos a geolocalizar el móvil más cercano para despacharlo y optimizar los tiempos de respuesta”.
“Tenemos que optimizar el funcionamiento, entre otras cosas, pero este nuevo centro impacta directamente en el corazón del funcionamiento y en la optimización de los recursos que tenemos. ¿Alcanza? Y la verdad que no, pero estamos mejorando todo y vamos a dejar un piso muy superior, pero muy superior, al que nosotros recibimos”, agregó.
Corach se refirió también a la imposibilidad de ponerle fin a los delitos que se ordenan desde las cárceles. “Hoy tenemos un número de detenidos muy superior a otros momentos –sostuvo–. La infraestructura ha quedado obsoleta; la posibilidad de mejorar la infraestructura carcelaria y de invertir en tecnología es importante y es el mismo desafío que hemos tenido con el mejoramiento en este caso del Centro de Comando y Control”.
Justamente, sobre el tiempo que insumió montar esta estructura, argumentó: “Las gestiones demoran. No es sencillo hacer una licitación pública por 35 millones de dólares. Esto comenzó en 2020, en plena pandemia: se presentó una empresa que provee software y hardware, otra que provee el GPS para los móviles, otra que provee la telefonía y las cámaras… hay que compatibilizar con cada una, es un proceso muy complejo. No voy a decir que no se demora, pero esto no es una cosa que viene de hace 2 o 3 años”. Y enseguida aprovechó la ocasión para pasarle una factura a los gobiernos anteriores: “No me saco la responsabilidad, pero cuando encontramos las cosas en el estado en que las encontramos nosotros todo se hace mucho más difícil porque hay que remarla desde atrás. Si detenemos gente y no tenemos dónde alojarla, y queremos trasladar presos federales por causas de narcotráfico y las cárceles federales no los toman, es ahí donde se degenera el sistema”.
Y siguió: “Todo es complejo: incorporar tecnología, pensar en las localizaciones de una nueva cárcel, en tener 500 presos federales en nuestras cárceles provinciales… claramente tiene que ver con una deficiencia y una desconexión entre el sistema judicial, el Poder Legislativo y el Ejecutivo, porque entre lo que se legisla, lo que ejecuta el Poder Judicial con las sentencias y las condiciones con que cuenta el Ejecutivo para absorber eso hay una diferencia importante. Cuando uno tiene cárceles superpobladas o presos en comisaría es porque tenemos mucha gente detenida, la Policía trabaja, pero claramente la infraestructura no está acorde. Nosotros estamos construyendo una cárcel y el gobierno nacional está construyendo otra en Coronda, con lo que vamos a poder descomprimir la situación”.
La gestión policial
“En 2022 hemos detenidos a 120 policías. Es un número inédito, no existe en la historia. Detectamos a un policía corrupto y lo detenemos y lo separamos, es lo primero que tenemos que hacer. En términos de gestión de policía nos han criticado, pero cambiamos a cuatro ministros de policía, once jefes de Policía de Rosario, jefes de policía de provincia. Todo ello significa que no nos tiembla el pulso: si la cosa no funciona, te vas”, planteó Corach.
Luego repasó las condiciones en que encontraron las fuerzas cuando la administración de Omar Perotti llegó a la Casa Gris. “Claramente no es sencillo gestionar a esta Policía; asumimos con un jefe de Policía provincial condenado, otros policías condenados, claramente identificados en causas judiciales que estaban participando con alguna de las bandas más importantes de la ciudad de Rosario. ¿Creen que es fácil revertir esa situación en poco tiempo? Claro que no. Es un desafío, es difícil. Lo peor que podemos hacer es abandonar esa pelea, y esa pelea no la vamos a abandonar porque lo tenemos claro”.
“El gobernador fue muy claro cuando dijo, apenas asumió, que no íbamos a tener ninguna connivencia con el delito, y la connivencia del delito con el Estado y con la política viene de mucho tiempo. Quien quiera verlo lo va a ver, esto está documentado y está judicializado, y los fiscales tienen las escuchas, y no son escuchas clandestinas. A uno se le pone la piel de gallina cuando escucha a una persona del clan de Alvarado hablando con la policías, que hoy están condenados o que aparecían al lado de uno de los candidatos, exministro de Seguridad (NdR: en referencia a Maximiliano Pullaro). Ésa es la Policía con la que el gobernador Peretti asumió el 10 de diciembre de 2019. Modificar eso es un esfuerzo, lo que no hacemos es abandonar la pelea”, insistió.
El ministro, uno de los hombres de más confianza del gobernador Perotti, evitó profundizar una opinión sobre la vicegobernadora Alejandra Rodenas, quien en los últimos días intentó hacer algún tipo de aclaración sobre su presunta vinculación con el jefe narco Esteban Alvarado. “Dio su explicación y para ella fue satisfactoria, suficiente, yo no voy a ser quien le diga ‘mirá, todavía quedan dudas sobre lo que pasó, sobre lo que dijiste, sobre lo que no dijiste’. Para ella es suficiente y contundente lo que ha declarado”, manifestó.
Mirabella y los otros
Corach aseguró que desde el equipo que acompaña a Perotti no se tomó ninguna decisión sobre el armado electoral para los próximos comicios que definirán, entre otras cosas, al nuevo jefe de la Casa Gris. “Hoy, claramente, quien está trabajando aunque no haya lanzado su candidatura es Roberto Mirabella. Hay varios candidatos del peronismo y cualquier cosa que dijera estaría inventando, porque en realidad no hay definiciones. Aunque no lo crean, yo soy honesto y digo que no hay ninguna definición. Mirabella está caminando desde hace tiempo la provincia, manifiesta su intención de ser candidato a gobernador y está trabajando para ello. Eso es lo único que tengo para decir, porque en el resto no hay ningún otro tipo de definición. Ni hay ansiedad ni desesperación”, enfatizó.
“No es hoy la principal preocupación del gobernador cómo se arman las listas. Hoy no pasa eso porque todavía hay tiempo”, insistió.