El diputado provincial y precandidato a gobernador Maximiliano Pullaro salió este lunes a defenderse de las acusaciones de Elisa Carrió y Carolina Losada, quienes a su manera en los últimos días lo vincularon con sectores del narcotráfico cuando fue ministro de Seguridad provincial.
Pullaro convocó a una conferencia de prensa este lunes para aclarar su posición y responder cuestionamientos. Luego, mantuvo un mano a mano con Marcelo Fernández por CNN Radio Rosario.
—El cuestionamiento viene por la vinculación con el comisario Alejandro Druetta. ¿Podés contar bien cómo es eso?
—Sí, claro. A Druetta le achacan un delito que ocurrió entre 2007 y 2009 por el que fue condenado, en el gobierno kirchnerista de Obeid y en la primera etapa del gobierno del Frente Progresista. En 2018, cuando yo era ministro de Seguridad, allanaron su domicilio. En menos de 24 horas instruí al jefe de Policía para que lo pasara a disponibilidad. Cuando es imputado, tres o cuatro meses después, instruyo al jefe de Policía para que lo aparte de la Policía de la provincia de Santa Fe y le dé el retiro. Así actué con el caso del comisario Druetta y así actué con cada uno de los casos de los comisarios o policías que tenían vinculación con el delito. Porque era una metodología de trabajo que teníamos nosotros. No es que hablamos así con uno. Habíamos actuado absolutamente de esa manera con todos y así lo hicimos con él. Pero hay un elemento más, de un año y pico atrás, cuando salió un escucha en donde el exministro de Seguridad, Marcelo Sain, planteaba que un abogado tenía que hacer una denuncia por orden del diputado nacional Roberto Mirabella para ensuciarme a mí. Y desde allí empezó una campaña sistemática que intenta vincularme con los delitos que cometió esta persona, que era subordinada mía como 23.000 subordinados más y otros 6.000 subordinados del Servicio Penitenciario. Buscaron dejarme pegado a los delitos que se cometieron mucho tiempo antes de que yo fuera ministro de Seguridad. Entonces digo: si usted tiene una empresa y un empleado comete un delito, no lo hace delincuente a usted. Lo haría delincuente si usted lo encubriera y no lo denunciara. O no hace nada, o no toma medidas. Yo tomé medidas en menos de 24 horas. Por eso me molesta profundamente que se me intente ensuciar con este tema.
–Quien salió de alguna manera en apoyo es Patricia Bullrich, que si bien en esta interna está apoyando a tu rival, igualmente dijo que por honestidad intelectual tenía que decir que no estaba de acuerdo con lo que se estaba denunciando.
—Patricia Bullrich es una persona seria y honesta política e intelectualmente. Además con Patricia estuvimos espalda con espalda cuando logramos bajar el delito y la violencia en Rosario. No fue fácil lo que nos tocó vivir a nosotros. Fueron momentos de angustia, momentos difíciles. A veces mataban inocentes, menores de edad. Nos dolían esas muertes y las padecíamos juntos; y a la ciudad la dejamos con la mitad de la violencia que habíamos tenido el año antes de asumir, y con menos de la mitad de la violencia que tenemos ahora. Entonces, que se intente embarrarme con cosas tan complejas, no es justo.
—¿Cómo es que el arco político santafesino de manera transversal ha convivido relativamente bien con un montón de cuestiones oscuras, como el caso Traferri, el tema Rodenas?
—Cuando se dio el debate del desafuero del senador Armando Trafferi, nuestro bloque en la Cámara de Diputados planteó públicamente que si cualquier persona de nuestro bloque era requerida a declarar, se pedía automáticamente su desafuero. Por ejemplo: el senador Lisandro Enrico, en el momento en que fue mencionado por (el abogado Luis) Rossini en la causa del juego clandestino, fue junto conmigo a hablar con los fiscales Edery y Schiappa Pietra y puso los fueros a disposición.
—Sin embargo, el senador Enrico es quien más ha defendido a Trafferi.
—Bueno, sí, fueron momentos complejos en donde institucionalmente se tomó esa decisión. Se me dificulta cuestionar la decisión de una institución porque siento que no me corresponde en mi rol de legislador, como no le corresponde al Senado cuestionar una decisión que toma la Cámara de Diputados como institución. Pero sí le digo cómo actué y cómo actuamos nosotros, la gente de nuestro bloque. Creo que eso también nos pone en otro lugar, en un lugar muy diferente. Y cuando haya oportunidad de discutir la reforma constitucional no va a haber más fueros en la provincia de Santa Fe. La posición del radicalismo es que no tenemos que tener fueros. Nuestro presidente del partido, Gerardo Morales, está impulsando una reforma constitucional para terminar con los fueros.
—Maximiliano, en el plano nacional hay un lío fenomenal por esta historia de sumar o no a Schiaretti a Juntos por el Cambio. ¿No están jugando con fuego?
—Sí, se está jugando con fuego. Y lamentablemente a veces parece que le hacemos el juego al kirchnerismo, como sucede en Santa Fe, y a Perotti. Tenemos que poner blanco sobre negro y definir quién es el adversario. Mi enemigo es el narcotráfico, el delito, la avivada, el crimen organizado. Y quiero ganarle al gobierno kirchnerista de Perotti para de esa manera cambiar. Le hacemos el juego, lamentablemente, al peronismo. Eso está muy claro: el peronismo que estaba convencido de que perdía la provincia en los últimos 15 días, con las declaraciones que hubo, se envalentonó. No hay, por llamarlo de alguna manera, mesas de enlace para decir “che, a ver, acomodemos un poquito la cosa porque esto podemos tirarlo todo por la borda”. No hay vínculo, no hay conversaciones, ni a nivel nacional ni a nivel provincial. A mí no me metan en esa, porque no hubo una sola declaración de mi parte en la que desprestigié o hablé mal de algún adversario interno.