En la madrugada del sábado, Nicolás, fue víctima de una violenta agresión a la salida de un boliche en la ciudad. Tras separarse de sus amigos y dirigirse a la parada de colectivos para regresar a su casa, fue atacado por una patota de al menos cinco personas.
El ataque fue brutal, con golpes y patadas que dejaron a Nicolás gravemente herido. Los agresores también lo despojaron de todas sus pertenencias, incluyendo documentos importantes, dinero y su teléfono celular. A pesar de la gravedad de la situación, ningún colectivero accedió a llevarlo de regreso a Pueblo Andino.
Finalmente, un trabajador de seguridad del boliche donde había estado previamente le brindó ayuda, permitiéndole regresar a su localidad después de casi cinco horas desde el incidente. Una vez allí, radicó una denuncia en la comisaría y recibió atención médica en el SAMCO.
Nicolás relató que no pudo identificar a sus atacantes debido a la brutalidad del asalto. Sus ojos y costillas quedaron seriamente afectados por la golpiza recibida.