Desde que asumió la gestión, el gobierno de Omar Perotti tiene como principal objetivo la pelea política con la Justicia con todos los elementos a disposición.
A menos de 48 horas de la protesta en la autopista Rosario-Santa Fe para pedir seguridad en la ciudad de San Lorenzo, que fue deliberadamente abandonada por el gobierno provincial, el ministro de Gestión Pública y principal espada política del gobernador Perotti, Marcos Corach, salió a declarar en Radio 2 de Rosario subestimando la problemática de seguridad que viven los vecinos para hacer un contragolpe político.
Corach hizo referencia a los silbidos que recibió el 3 de febrero en el Campo de la Gloria intentando minimizar la responsabilidad de la provincia sobre la gestión de la seguridad buscando hacer de todo cuestiones políticas: no comparte el enojo de los ciudadanos que se vio reflejado en los resultados electorales.
“Evaluamos denunciar penalmente al intendente Leonardo Raimundo por cortar la autopista Rosario Santa Fe, quiero hablar con el fiscal para ver qué acciones vamos hacer”, aseguró Corach.
