El trabajo se llevó a cabo entre el 1 y el 31 de julio del presente, a través del sistema de consultas telefónicas (IVR), sobre un total de 1.136 familias de todo el país, con hijos de entre 0 y 18 años, pertenecientes a los segmentos de clase media y aspiracional de la pirámide de consumo, detalló Miguel Calvete, presidente del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM).
El informe muestra los costos en indumentaria, alimentación, salud, educación pública o privada, transporte, deportes y cuidado a cargo de un tercero. Al respecto, los números promedio muestran que los gastos van entre los $54 mil y los $193 mil, según el rango etario y la posición social.
En detalle, el estudio señala que la inversión mensual para la crianza de un menor de 0 a 1 año incluye gastos en indumentaria ($21.100), pañales x 144 unidades ($12.989), alimentación y salud ($12.841), kit de higiene personal x 6 productos ($7719), mostrando un costo total de $54649, en ambas clases sociales. Sin embargo, si a eso se suma el costo de cuidado ($40.000) a cargo de una babysitter (clase media) la cifra en este segmento asciende a $94.649.
En el rango de entre 1 y 5 años, en el caso de la clase media, la inversión incluye indumentaria ($36.620), alimentación y salud ($15.900), educación inicial en jardín privado x jornada simple de 3 hs ($38.000), transporte escolar ($18.000) y actividades deportivas ($2.600), alcanzando la suma de $111.120. Si se incluye el costo de cuidado a cargo de una niñera x 4 hs diarias durante 20 días, a unos $500 por hora ($40.000), la cuenta total asciende a $151.120. Por su parte, en el sector perteneciente a la clase media aspiracional muestra el mismo costo en indumentaria, salud y deporte, incluye gastos por cooperadora ($4.000 x jornada simple) y no tiene gastos de transporte ni cuidado, alcanzando la suma de $59.120.
El tercer grupo estudiado es el de los menores de entre 6 y 12 años. En el segmento de clase media, la erogación mensual está integrada por indumentaria ($40.700), alimentación y salud ($16.200), escuela privada con jornada simple ($39.300), transporte escolar ($18.000), actividades extracurriculares (Ej: clases de inglés en la Cultural Inglesa, $12.500) y actividades deportivas ($3.100), alcanzando la cifra de $129.800, y trepando hasta los $193.800 si se integran los cargos por la contratación de una niñera x 4 hs diarias, durante 20 días, a unos $800 por hora ($64.000).
En el caso del mismo grupo etario pero de la clase media aspiracional, se comparten los mismos costos en indumentaria, alimentación y salud, y deporte pero se requiere un gasto menor en educación pública ($4.000 en cooperadora x jornada simple), no se utiliza transporte escolar ni niñera, y la inversión es menor en actividades extracurriculares (Ej: clases particulares de inglés, a $8.500), sumando un gasto fijo de $72.500.
Por último, el cuarto fragmento relevado incluye a los menores y adolescentes de entre 13 y 18 años. En este caso, el grupo perteneciente a la clase media debe contemplar un gasto en indumentaria ($45.300), alimentación y salud ($23.700), escuela privada con jornada simple ($57.800), actividades extracurriculares (Ej: clases de inglés en la Cultural Inglesa, $12.500) y actividades deportivas ($3.700), alcanzando la cifra de $143.000.
En el caso de la misma franja etaria, pero de la clase media aspiracional, se comparten los mismos costos en indumentaria, alimentación y salud, y deporte, pero, al igual que en los anteriores grupos, también se requiere un gasto menor en educación pública ($4.000 en cooperadora x jornada simple) y la inversión es menor en actividades extracurriculares (Ej: clases particulares de inglés, a $8.500), sumando un gasto fijo de $85.200.
Los números muestran que en todas las franjas se exhibe una brecha muy importante entre ambos sectores de la pirámide social: entre 0 y 1 año ($40.000), entre 1 y 5 años ($92.000), entre 6 y 12 años ($121.300), y entre 13 y 18 años ($57.800).
Finalmente, Miguel Calvete señaló que “la hiperinflación en todos los rubros, sumada a la precarización del empleo están haciendo cada vez más amplia la grieta entre los sectores medios y aquellos que aspiran a vivir mejor”.