Más leña al fuego en el Ministerio Público de la Acusación tras el fuerte cruce entre los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno, quienes llevan adelante la audiencia imputativa contra el capo narco de Los Monos y otras ocho personas por una causa de extorsiones, ataques y balaceras, y su colega Matías Edery, quien quedó en el ojo de la tormenta por la difusión de conversaciones telefónicas que fue testigo clave en el juicio a Esteban Alvarado y que actualmente está siendo acusada como presunta testaferro de Ariel Máximo “Guille” Cantero.
Tras el pronunciamiento de la fiscal regional María Eugenia Iribarren sobre la situación de Edery, el fiscal Socca amplió la denuncia contra su colega y envió al auditor evidencia sobre presunta “protección institucional” de la testigo-imputada Mariana Ortigala.
Socca calificó de “irregular, precario y oculto” al registro de informantes ante el auditor Leandro Mai y autoridades del MPA. La ampliación sería por nueva evidencia que lleva a Socca a sospechar de una presunta omisión de parte de Edery de la inclusión de Ortigala en una asociación ilícita ligada a Los Monos, que fue investigada tras el crimen de Nelson Saravia, ex barrabrava de Newell’s.
En ese contexto la fiscal general María Cecilia Vranicich ordenó el cese inmediato del uso de la figura del “informante” en toda la provincia. Dispuso que se aborde el caso en una próxima Junta de Fiscales.
Iribarren manifestó que el fiscal Edery le notificó “a través de un sobre cerrado” que recibía información de la mujer, y ratificó que se inició una investigación sobre la conducta de dicho funcionario del MPA.
“Me había informado en un sobre cerrado, sin decirme quiénes eran los nombres de las personas”, señaló Iribarren, jefa de los fiscales rosarinos.
En esa línea, Iribarren agregó que “a partir de que la mujer queda detenida en esta causa penal, el fiscal me informa que esa persona era una de las que había informado”.
La testigo en cuestión es Mariana Ortigala, quien prestó su declaración en el juicio oral que el año pasado terminó con la condena a prisión perpetua del narco Esteban Alvarado.
Ortigala era amiga de la esposa de Alvarado, Rosa Capuano, y conocía su intimidad, según se determinó en el debate oral.
Su hermano Rodrigo Ortigala era un hombre de máxima confianza del capo narco rosarino condenado, pero tras un problema con su esposa se enemistaron y Alvarado intentó matarlo.
Tras esos hechos, los hermanos se convirtieron en testigos del juicio a Alvarado, y aportaron información durante la instrucción de la causa.
En marzo de 2020, Ortigala fue baleada a la salida de su casa en Roldán, cuando iba a la Fiscalía a testimoniar contra Alvarado.
Desde el lunes, la mujer está siendo imputada junto a otras 8 personas como parte de un grupo que presuntamente extorsionó al dueño de una cadena de agencias de loterías, llamada El Califa.
Los fiscales Socca y Moreno apuntan como líder de la banda al jefe de Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, y acusaron a Ortigala como presunta testaferro del líder narco, indicaron fuentes del caso.
En el marco de la investigación, se secuestraron 14 escrituras de inmuebles registrados a nombre de Ortigala, que los fiscales creen que pertenecen a Cantero, de quien operaría como testaferro, abundaron los informantes.
En ese contexto, los fiscales Socca y Moreno revelaron capturas de pantalla de las conversaciones entre Ortigala y el fiscal Edery, de quien la mujer era informante.
Plantearon que podía existir un delito de acción pública por parte de su colega, en un caso en el que Edery recibió información de Ortigala y no la volcó al fiscal que investigaba un hecho de balacera, Federico Rébola.
El fiscal Moreno sostuvo durante la audiencia que revelar esos datos no ponía en peligro a la testigo. “Quien eligió ponerse en peligro fue Ortigala. Llegó a la Fiscalía a declarar contra Alvarado porque se cambió de facción, no porque quiso dejar de delinquir”, sostuvo.
Moreno añadió que la mujer “no es ningún ejemplo para el sistema, ni debería ser considerado útil” su aporte, porque “mañana estará en otro lugar y declarará a favor de sus circunstanciales aliados”.
Edery, por su parte, también cuestionó a sus colegas Socca y Moreno por ponerlo en peligro al revelar esa información en una audiencia pública, y dijo que tras esa difusión se produjo la balacera a la estación de servicios en la que fue herido un adolescente y cuyos autores dejaron un mensaje intimidatorio dirigido a él y a Ortigala.
Por su parte, la jefa de fiscales, Iribarren, añadió que inició dos investigaciones, una penal y otra administrativa en la Auditoría General de Gestión del MPA, para analizar las responsabilidades del fiscal cuestionado.
También informó que “para poder investigar eso con la mayor objetividad, lo que se hizo desde la Fiscalía Regional es solicitar también el pedido de la fiscal general Vranicich que eso se remita a otra jurisdicción”, para que no sean los compañeros del propio Edery.