El 22 de febrero de 2022 el presidente de la Cooperativa de Trabajos Portuarios, Ricardo Marco, y el tesorero José María Ramón, acompañados por el secretario general del SUPA, Aníbal Cabrera, se juntaron en las oficinas del gremio marítimo Patrones Fluviales en la ciudad de Buenos Aires con el objetivo de fijar agenda de trabajo para defender los derechos de los trabajadores del río.
Esta alianza se mantuvo sólida por algunos meses, pero fuentes de diferentes gremios aseguran a SL24 que todo se empezó a romper por diferencias entre las cúpulas sindicales, que no podían alcanzar puntos de encuentro sobre el manejo de algunos intereses relacionados con el funcionamiento de los negocios asociados a la logística portuaria. Otro de los gremios que se mostró cerca de la Cooperativa fue el SOMU, que se sumó a una reunión con Patrones en la sede de la Cooperativa allá por septiembre de 2022, y hoy también está enfrentado con la Cooperativa, pero se mantiene cerca de Patrones Fluviales.
El despido de 22 trabajadores por parte de la Cooperativa tomó por sorpresa a los gremios… o no tanto. Desde la entidad que manejó Herme Juárez por 50 años aseguran que fueron los exgremios aliados los que empujaron para hacer inviable el negocio de remolcadores. El conflicto se está manejando con extremo hermetismo, todos esperando al lunes 20 para saber quién es el nuevo presidente. Los cooperativistas le prenden velas a Javier Milei, motivados por la cercanía de uno de sus principales asesores, el diputado nacional de la Libertad Avanza Nicolás Mayoraz. Mientras que los gremios esperan el triunfo de Sergio Massa, anclados en la denuncia que la ministra de Trabajo de la Nación, Kelly Olmos, hizo contra la Cooperativa en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) por el incumplimiento de la conciliación obligatoria.
La zona, sin certezas
Durante muchos años la región portuaria, como se conocía de la General Paz para adentro, tenía líderes muy definidos y capaces de ordenar el territorio para hacerlo previsible. Ese ecosistema de poder se fue destruyendo en la última década y hoy la región no tiene referentes que puedan pensar en los próximos 20 años. Muy por el contrario, hoy son en su mayoría valijeros con una mirada de muy corto plazo que genera extrema incertidumbre.
Los gremios más grandes de la región son los que pueden generar en la política y los empresarios un trazo de certidumbre que permita 365 días de trabajo sin conflictos. Ninguno de estos gremios tiene la intención de armar una CGT o un confederal que una los intereses comunes, porque reina la desconfianza.