En ese sentido señaló: “Ante la situación de incertidumbre económica, las personas reducen gastos y en esos gastos se encuentran las salidas eventuales, como el encuentro, el esparcimiento y el óseo. En el sector gastronómico se notó mucho la caída, que llegó al 50 por ciento por el deterioro del sistema adquisitivo”.
Además, según destacó Pastore: “La inflación mayorista está muy por arriba y es imposible transferir a las cartas esos precios. Los insumos no son solo los que aumentan, hay que tener en cuenta que es una constante, entre alquileres, salarios y servicios. Todo aumento ya previsto para los próximos meses”.
En relación a los incrementos que hubo. “Si no se limita el proceso inflacionario con recuperación del poder adquisitivo al sector gastronómico tiene que afrontar consecuencias de mayor dureza. Y esta situación los lleva a mirar con mucha preocupación el presente y el futuro”, indicó el referente gastronómico.
En cuanto a la concurrencia, se notó mucho la baja en el consumo, pero a la vez a los empresarios del rubro, ya les comunicaron que habrá aumentos del 20 por ciento en bebidas, a partir del 1° de marzo.
Sin embargo, en tiempos de crisis, desde el sector siempre están pensando en soluciones para salir adelante. En este caso, son promociones bancarias o alguna estrategia comercial para atraer clientes y poder sostener la caída del consumo. “Pero eso no significa que las ganancias crezcan, sino que están más cerca al riesgo de ir a pérdida”, reveló.
Para cerrar, Pastore subrayó: “Todos los empresarios del sector manifiestan que el consumo cayó. Y las consecuencias para las pymes gastronómicas está siendo muy difícil por lo cual y si esto no se revierte, va a ser mucho peor”. ]]>