La Justicia provincial ordenó este martes la prisión preventiva de tres personas por una ola de incendios de autos en Rosario. La principal sospechosa es Leila Schmitt, denunciada como coautora material de múltiples amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich, y el asesinato a un taxista y su pasajero.
Leila Schmitt volvió a caer presa. Y no es por solo una amenaza, sino por un cúmulo de hechos, entre los que se encuentra ligada al doble crimen, ocurrido el 13 de febrero en el barrio Tablada, donde fueron ejecutados el taxista José Luis Assale, de 63 años, y el pasajero que llevaba Carlos Uriel Acosta, de 21. El blanco de los sicarios, según la investigación, era el hombre más joven, pero a la hora de apuntar los atacantes no tuvieron reparo en asesinar al conductor del taxi, que era oriundo de San Lorenzo.
Pero claro, es ese entonces la joven y su banda quedaron fuera del alcance de la hipótesis del doble crimen. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que fue aprehendida otra vez. Fue por orden del fiscal Pablo Socca que investiga la saga de incendios contra autos en la calle que ocurrió hace poco más de tres semanas.
El 13 de mayo pasado, en distintos allanamientos, se secuestró entre los escombros del búnker de la familia Funes, en Ayacucho al 4300, un bidón de nafta, que habría sido utilizado para sembrar terror en Rosario y mantener el miedo entre la población después de la seguidilla de cuatro crímenes que sacudieron la ciudad a principios de marzo.
La primera ola de incendios ocurrió tres días después de la restricción de llamadas que bloqueó las comunicaciones de Alan Funes en la cárcel de Marcos Paz. Todos los mensajes hallados en esa oportunidad y los siguientes apuntaban contra las nuevas medidas de control en los penales federales y provinciales.
La novia de Alan Funes no sólo aparece como una de las responsables de la quema de 21 vehículos. También la imputaron por un intento de extorsión millonario en el barrio Tablada, donde meses atrás la detuvieron por resistencia la autoridad en el operativo de demolición de un búnker de drogas.
Vale recordar, que enero pasado fue imputada por amenazar a los obreros, que abandonaron los picos y mazas y huyeron ante la figura de la mujer que es una narco pesada en la zona. En ese momento, durante la audiencia establecieron que debía pagar una fianza de 400.000 pesos, que fue un chiste para sus bolsillos, porque ese dinero lo recaudan en pocas horas en La Tablada.
Finalmente, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) denunció a Leila Daiana Schmitt por la “organización, planificación y ejecución ininterrumpida y sistemática de delitos” en Rosario. El organismo le atribuye tres ataques perpetrados entre el 27 de abril y el 12 de mayo para difundir amenazas a funcionarios públicos.