Un control cruzado realizado por personal de requisa del Servicio Penitenciario encontró un celular en la celda de una reclusa vinculada a Brenda Pared (Macarena Muñoz). Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad destacaron el valor de este tipo de controles que no sólo examinan las visitas y contactos de los presos de Alto Perfil, sino también la conducta de los empleados.
La detenida está aislada y sin visitas, por lo que se inició sumario y se pasará a disponibilidad a la persona responsable de haberle facilitado el aparato a la reclusa. El ministro Pablo Cococcioni expresó que este tipo de controles cruzados nos permite poder monitorear el comportamiento de los empleados penitenciarios. “Si bien la enorme mayoría cumplen con sus tareas de la mejor manera, existen este tipo de personas que ensucian el uniforme penitenciario y eso lo vamos a combatir siempre”.
Fueron cuatro, los trabajadores asesinados en Rosario durante la primera quincena de marzo de este año. Los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, el colectivero de la línea K Marcos Daloia y el playero Bruno Bussanich fueron ultimados a balazos con pocos días de diferencia.
Y tras la investigación judicial, determinaron que dos células armadas desde prisión, una con su jefe detenido en un pabellón de alto perfil de Piñero y la otra con un instigador aún no determinado pero que estaría alojado en una prisión federal, aparecen detrás de la organización de la saga de crímenes. Ese es el esquema que delinearon los fiscales en una causa que tiene cinco imputados mayores de edad, algunos de ellos “viejos conocidos” del sistema penal.
Macarena Muñoz, dentro del plan trazado por los narcos de alto perfil
En Piñero está alojado, Alejandro Núñez, alias Chuky Monedita. A quién los fiscales le atribuyeron haber ordenado la saga sangrienta. Su mujer, Brenda Pared, que cumple en Funes prisión domiciliaria, la única que visitaba a Chuky en Piñero, fue quien según la evidencia expuesta por los fiscales ordenó los atentados, seleccionó junto a otras personas a los ejecutantes menores de edad y proveyó los recursos para concretarlos.
Entre las personas que participaron en la organización de los crímenes estuvo Macarena Muñoz, quien estaba estrechamente ligada a Brenda Pared. Macarena, a quien le acaban de secuestrar un teléfono celular en su celda, según la acusación del fiscal Saldutti, tuvo un rol fundamental en la planificación del crimen del taxista Héctor Figueroa. El 5 de marzo, junto con Gustavo Márquez y Matías M. alías Matute, Macarena convocó a los menores dos de 16 años a Lamadrid y Roca, les dieron las instrucciones y les entregaron el arma y una nota que debían dejar tras cometer el crimen.
Una vez que los menores cumplieron con el asesinato, se volvieron a encontrar con Macarena, le devolvieron el arma y la mujer les pagó 300 mil pesos a cada uno por la tarea cumplida.