La decisión de Axel Kicillof de no adherir al RIGI nacional fue uno de los puntos claves para que la inversión más importante de la historia Argentina decida radicarse en Río Negro y no en Buenos Aires. A la argumentación política se suman un sin número de entramados que hacen que el clima de negocios no sea el óptimo para una inversión trascendental para la economía del país.
En nuestra región las condiciones naturales de costas y cercanía de la zona núcleo con las fábricas de aceites fueron suficientes para la radicación de inversiones multimillonarias. En la actualidad el cambio de matriz alimentaria a energetica de la industria agroexportadora están haciendo que las inversiones necesarias para ese cambio de matriz sean extremadamente superiores a las de puertos y planta de crushing. Para tomar una dimensión una bio refinería como la que se podría instalar en el predio de la ex Refinería San Lorenzo requiere una inversión sólo en la planta de 600 millones de dólares.
La visión de largo plazo y solidez de una región amigable para la llegada de inversiones serán un factor clave para poder seguir sosteniendo el rotuló de polo agroexportador o Cordón Industrial. Bahía Blanca se sentía con la vaca atada, hoy no quedó ni la vaca.
