En el marco de una investigación por hurto agravado ocurrido el pasado 27 de noviembre en la localidad de Tambúes, este martes se llevó a cabo un allanamiento en un domicilio de calle Norma Pons al 3100, en Rosario. La medida fue solicitada por el fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de San Lorenzo, Dr. Ortigoza, y autorizada por el juez penal de la 2ª Circunscripción de Rosario.
Durante el operativo, dirigido por el subcomisario Héctor Navarro, se produjo una persecución dentro del inmueble cuando un hombre de 51 años intentó huir por el patio trasero al advertir la presencia policial. Finalmente, fue aprehendido en una de las habitaciones de la vivienda mientras manipulaba un arma de fuego.
En el lugar, los agentes incautaron una pistola semiautomática marca Thunder calibre 9mm con numeración suprimida, un cartucho en recámara y cuatro más en el cargador. También se encontró una caja con 20 cartuchos, algunos con características especiales como puntas caladas y de diferentes colores.
El operativo tuvo un giro inesperado cuando un vecino del domicilio, un joven de 26 años, denunció que su teléfono celular había sido robado momentos antes. Tras una búsqueda, el dispositivo fue encontrado en posesión de uno de los testigos ocasionales presentes en el lugar, un hombre de 33 años que admitió haberlo sustraído con intención de robarlo.
El fiscal Ortigoza dispuso que se informara a la Fiscalía de Rosario para continuar con las actuaciones correspondientes. El hombre de 51 años detenido será investigado por la tenencia del arma de fuego y su posible conexión con el delito original en Tambúes. Por su parte, el testigo que sustrajo el celular también quedó bajo proceso por hurto.
El allanamiento se realizó bajo registro audiovisual y en presencia de testigos, cumpliendo con los protocolos judiciales. La investigación continúa en curso para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.
