La detención de Facundo Quiroga, hijo del reconocido sindicalista Edgardo Quiroga, ha desatado un torbellino de información que sacude los pasillos judiciales y políticos de la región. Acusado de abuso sexual, con expectativas de una pena que podría oscilar entre los 6 y 15 años de prisión efectiva, el caso no solo pone en el centro de la escena a Facundo, sino también al entramado de poder que rodea a su familia. La trama incluye denuncias, estrategias legales cuestionadas y episodios dignos de una novela policial.
Un cambio de defensa cargado de tensión
El primer abogado de Facundo Quiroga, Leandro Demichelli, abandonó la defensa en medio de un clima de desavenencias con la familia del imputado. En una entrevista con la radio FM Horizonte, Demichelli expuso sus motivos: “No nos pusimos de acuerdo con la estrategia de defensa técnica penal. Las directivas de la familia no eran coherentes con lo que se había discutido inicialmente, y seguir ese camino solo aumentaría las posibilidades de que Facundo continúe detenido”.
Según Demichelli, su desvinculación estuvo también motivada por la intromisión de otros profesionales, lo que describió como “picarle la cabeza” a la familia Quiroga con opiniones contrarias a su estrategia. Esta disputa llegó a los tribunales, donde el abogado Daniel Machado tomó el lugar de Demichelli. Machado, reconocido por su intervención en casos de alto perfil como el de la desaparición de Paula Perassi, se enfrenta ahora a un caso cargado de implicancias políticas y sociales.
La periodista Anabella Tramontini, en un artículo para el sitio Pregón, reveló detalles sobre la pelea entre los abogados Demichelli y Machado. Tramontini expuso que la tensión llegó a un punto álgido en los pasillos judiciales, donde según Demichelli, Machado intentó agredirlo físicamente. Aunque la situación no escaló a mayores, este episodio puso de manifiesto la falta de acuerdo y profesionalismo en el manejo de la defensa.
Una noche en el hotel: el inicio de la investigación
El caso de Quiroga comenzó a tomar relevancia cuando la Policía de Investigaciones accedió a las cámaras de seguridad de un hotel donde Facundo se había alojado. Según trascendió, el joven abandonó el establecimiento la madrugada del lunes sin saldar completamente su cuenta, prometiendo regresar para hacerlo por la mañana. Sin embargo, para entonces, ya había sido radicada una denuncia por abuso sexual en su contra.
Las imágenes y registros del hotel se convirtieron en pruebas clave para la causa. Fuentes judiciales indican que la denuncia de la víctima está bien fundamentada, sumando peso al expediente que hoy mantiene a Quiroga tras las rejas con prisión preventiva por al menos cuatro meses.
Declaraciones perturbadoras en audiencia
Durante la audiencia preliminar, se revelaron detalles impactantes. La víctima denunció que Quiroga le introdujo cocaína por la boca a la fuerza, un acto que, según Demichelli, requeriría un tratamiento urgente para el joven por consumo problemático de sustancias. Sin embargo, en un giro controvertido, Demichelli intentó desviar la atención argumentando que era la víctima quien consumía drogas, dejando perplejos a los presentes.
Licencias y privilegios gremiales
Facundo, quien trabajaba en la municipalidad bajo una licencia gremial otorgada por su padre, cobraba un sueldo sin cumplir funciones. Este beneficio, firmado por Edgardo Quiroga, ha puesto en el foco el uso de prerrogativas sindicales y sus posibles abusos.
Entre abogados, acusaciones y golpes
La tensión entre los profesionales que participaron en el caso también agrega un componente novelístico. Demichelli relató un incidente en el que, según él, el abogado Machado levantó la mano con intenciones de golpearlo. Aunque la situación no pasó a mayores, Demichelli calificó el comportamiento como “falta de profesionalismo”.
“La única persona que conocía la situación era yo, nadie más. Cuando interviene otro profesional en un caso, yo aviso, pero parece que esos principios no son compartidos”, declaró Demichelli, enfatizando que no está dispuesto a comprometer sus valores éticos.
El peso del apellido
Más allá de los detalles del caso, el apellido Quiroga ejerce una influencia que no puede pasarse por alto. La posición política y sindical de Edgardo Quiroga ha generado un sismo en el arco dirigencial de la región. La opinión pública observa con detenimiento cada paso de la investigación.
Un caso abierto
Mientras Facundo Quiroga permanece detenido, el futuro de su caso es incierto. La investigación continúa y las audiencias prometen más revelaciones que podrían complicar aún más su situación. Este caso no solo afecta a los implicados directos, sino también a la percepción pública sobre la justicia y su transparencia en San Lorenzo.
