Rosario

Alquileres sin red: más oferta, menos reglas y precios en alza

Alquileres sin red: más oferta, menos reglas y precios en alza

El aumento más importante de la oferta se registró luego de la derogación de la ley de alquileres a fines de 2023. Por su parte, la cantidad de viviendas publicadas a la venta mostró una tendencia hacia la baja a lo largo del todo el período analizado, con una contracción interanual de 10,4%

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El aumento más importante de la oferta se registró luego de la derogación de la ley de alquileres a fines de 2023. Por su parte, la cantidad de viviendas publicadas a la venta mostró una tendencia hacia la baja a lo largo del todo el período analizado, con una contracción interanual de 10,4%

La crisis habitacional en Rosario se agudiza y golpea con fuerza al bolsillo de los inquilinos. Con precios que no paran de subir y sueldos que no logran seguir el ritmo, cada vez más personas se ven obligadas a recurrir a préstamos o endeudarse con tarjetas de crédito para poder hacer frente al pago mensual del alquiler. Así lo advirtió Emmanuel Canalis, referente de la Asociación de Inquilinos de Rosario, en diálogo con Radio 2.

“Muchos inquilinos están sacando préstamos para pagar el alquiler, igual que hacen con las expensas o con los consumos básicos”, alertó Canalis. Y agregó: “Después bicicletean la deuda, esperando una solución que nunca llega. Esto no es sostenible”.

Según un informe reciente elaborado por el Colegio de Corredores Inmobiliarios (Cocir) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), alquilar un departamento de un dormitorio cuesta en promedio 300 mil pesos. En el caso de los monoambientes, los precios rondan los 230 mil pesos, mientras que una unidad de dos dormitorios asciende a 425 mil pesos. Todo esto, en un contexto en que los ingresos promedio no superan los 700 mil pesos mensuales, lo que deja a muchas familias al borde del colapso económico.

La situación se agravó tras la derogación de la ley de alquileres a fines de 2023. Si bien se amplió la oferta de inmuebles disponibles, los precios no bajaron como se esperaba. “Lo único que se cumplió fue que aparecieron más propiedades para alquilar. La baja de los valores aún no llegó”, remarcó Canalis.

Desde la asociación insisten en la necesidad de que el Estado intervenga como árbitro en los contratos y proteja a la parte más vulnerable. “Cuando el Estado se retira, los inquilinos quedan fuera del juego. Y el acceso a la vivienda no puede ser una cuestión de suerte o de endeudamiento permanente”, concluyó el referente.