El pago se da en paralelo a un cuarto intermedio convocado por el Ministerio de Trabajo de la Provincia, que junto al juez de la causa, Fabián Lorenzini, espera una propuesta formal por parte de las empresas ACA, Viterra y Bunge, quienes fueron las socias estratégicas del fallido acuerdo concursal de la compañía.
Estas firmas dejaron de enviar mercadería para fasones a las plantas de San Lorenzo tras la decisión de la Corte Suprema de Santa Fe de no convalidar la homologación del concurso preventivo, en lo que fue el último gran golpe a la ya debilitada estructura financiera de Vicentin. El Ministerio de Trabajo y el juez Fabián Lorenzini aguardan una propuesta de las empresas que habían dejado de enviar mercadería tras el fallo de la Corte Suprema. La situación económica de la empresa es terminal.
Sin mercadería y con la caja colapsada
La salida de los fasones, que garantizaban flujo de trabajo y liquidez diaria, colapsó la operatoria interna de la firma. Según fuentes cercanas a los interventores y exdirectores suspendidos por 120 días, la empresa “no aguantaba más dilaciones judiciales” y está sin margen para sostener ni salarios ni servicios básicos, situación que se terminó de comprobar en estos dos últimos meses con el pago de sueldo en cuotas y con las plantas paradas.
La propuesta concursal original había sido aprobada por más del 60% de los acreedores, pero el máximo tribunal provincial la dejó sin efecto, dando lugar a un nuevo escenario donde las fichas vuelven a estar puestas en ACA, Viterra y Bunge.
Commodities de Grassi, ¿una opción todavía en juego?
Mientras tanto, Commodities SA, empresa del Grupo Grassi, fue la única que formalizó una propuesta alternativa para operar las plantas de Vicentin. SL24 publicó días atrás los puntos principales de ese ofrecimiento, que se encuentra bajo análisis judicial, aunque aún sin definiciones.
El Juez Lorenzini, quien había renunciado por unos días a la causa tras denunciar presunta violencia moral, retomó el expediente con un giro inesperado: dejó sin efecto la homologación y desarmó el andamiaje del acuerdo que venía negociándose desde hacía más de tres años.
¿Podría haber una nueva salida?
Con los trabajadores en vilo, los interventores sin caja real y un clima judicial cada vez más enrarecido, todo depende ahora de una eventual nueva propuesta de las tres grandes del agroexportador argentino, que si bien cerraron las operaciones en San Lorenzo, podrían evaluar un regreso si se generan las condiciones judiciales y económicas adecuadas.
El próximo viernes será clave: tanto el Ministerio de Trabajo como el Juzgado aguardan un gesto concreto de ACA, Viterra y Bunge, que permita vislumbrar algún tipo de continuidad o reactivación para evitar el cierre definitivo de las plantas.