En una conversación a fondo con el periodista Marcelo Fernández en el canal de streaming Fisherton Plus, Jorge Baclini, recién asumido como ministro de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, abordó las principales deficiencias del sistema judicial provincial y propuso lineamientos concretos para su reforma. Con una trayectoria que abarca todos los escalones del Poder Judicial, desde secretario hasta Fiscal General, Baclini dejó en claro que conoce el paño: “El recorrido me permite tener un diagnóstico práctico y amplio.”
Diagnóstico sin anestesia
“Hay estructuras que hay que respetar, pero otras que requieren transformaciones profundas. Hay que repensar los procedimientos, modificar normas obsoletas y sobre todo, cambiar prácticas arraigadas que generan demoras y desconfianza social”, afirmó Baclini, quien destacó que el cambio más difícil es cultural: “El mayor obstáculo a la reforma es romper con la forma mecánica con la que se trabaja hace décadas”.
El ministro hizo hincapié en que muchos juzgados siguen operando con criterios de hace 40 o 50 años: “Los tiempos del sistema judicial no se condicen con los de la sociedad actual. Un juicio laboral o de familia que se prolonga por años es una injusticia en sí misma”.
Cuatro “E” para transformar

Durante la entrevista, Baclini propuso trabajar sobre cuatro ejes: eficiencia, eficacia, excelencia y empatía. “Tenemos que pensar en una justicia que resuelva más, mejor y en menos tiempo. Eso exige revisar desde cómo se distribuyen los recursos hasta el diseño de los procesos”.
Subrayó también la importancia de la tecnología: “La informatización y la inteligencia artificial son herramientas claves, pero requieren equipos humanos preparados y diagnósticos precisos”. En ese sentido, adelantó que se están analizando los tiempos y cargas de trabajo en cada fuero para redistribuir tareas y recursos.
“Las decisiones judiciales inciden en la seguridad”
Consultado sobre la relación entre justicia y seguridad, Baclini fue claro: “La justicia no puede abstraerse de su impacto en la seguridad. Las resoluciones judiciales tienen consecuencias directas. La justicia penal debe trabajar con una visión estratégica de seguridad”.
Recordó cómo el nuevo sistema penal acusatorio cambió el paradigma de abordaje del delito: “Antes, un mismo grupo criminal podía estar siendo investigado por distintos jueces sin que se vincularan las causas. Hoy eso cambió gracias a una política criminal centralizada”.
Ministerio Público Autárquico y Extrapoder
Baclini recalcó que, tras su experiencia al frente del Ministerio Público de la Acusación, defiende la necesidad de dotar a esa institución de verdadera autonomía: “Un Ministerio Público eficaz necesita ser extrapoder, con autarquía presupuestaria y libertad para diseñar su estructura. Si está bajo otro poder, esa independencia se pierde.”
Modelo a seguir y reformas necesarias
“Debemos mirar experiencias exitosas como las de Córdoba y Mendoza, que modernizaron su justicia con inversiones y planificación. En Santa Fe, necesitamos un master plan que fije objetivos de corto, mediano y largo plazo”, remarcó.
En ese sentido, indicó que la informatización, la oralización de procesos civiles, la celeridad en la resolución de causas y la modernización normativa son pilares de esa transformación. “Ya no podemos seguir con procesos escritos, extensos y desfasados de la realidad.”
Críticas a la mediación y vacantes judiciales
Otro punto que Baclini consideró crítico es la baja eficacia de la mediación prejudicial: “Encarece y prolonga los procesos sin resolver los conflictos. Hay que rediseñarla con base en la experiencia local”.
Sobre las vacantes en el Poder Judicial, explicó que actualmente hay más de 100 cargos sin cubrir debido a jubilaciones y demoras administrativas, pero que el Ejecutivo prometió avanzar en las designaciones durante el segundo semestre.
“Hay que auditar para saber dónde estamos fallando”
Baclini destacó la necesidad de implementar auditorías internas para detectar con precisión los cuellos de botella del sistema: “No alcanza con saber cuántos casos se resuelven, hay que saber por qué se demoran y cómo corregirlo”.
Finalmente, señaló que la Corte Suprema debe liderar este proceso de cambio: “Necesitamos una visión institucional moderna. Lo que hoy se hace en el ámbito privado también debe trasladarse al sector público para que la justicia funcione mejor”.