El Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (SOEPU) acordó un aumento salarial bimestral del 8% para los trabajadores del sector. Según confirmaron desde la organización, la suba se aplicará con un 6% retroactivo a los salarios de junio y un 2% adicional en los haberes de julio.
“Este acuerdo busca compensar el impacto de la inflación y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores”, indicó Mauricio Brizuela, secretario general del gremio, quien también reconoció las dificultades que atraviesan las industrias petroquímicas en la región producto de la actual política económica implementada por el gobierno de Javier Milei.
El incremento marca un despegue significativo respecto de otros acuerdos salariales, ya que la mayoría de los gremios vienen cerrando subas de apenas el 1% mensual, tope de referencia impulsado por el Ejecutivo nacional para su posterior homologación.
La historia de un gremio combativo
SOEPU tiene su base más importante de afiliados en la planta de Pampa Energía, ex PASA Petroquímica, y nació en 1964 como sindicato de empresa con un radio de acción limitado a los departamentos de Rosario y San Lorenzo. Con el correr de los años fue creciendo y consolidándose como un sindicato de perfil combativo, clasista y democrático.
Desde el gremio destacan la unidad de sus miembros y su lucha constante por mejorar las condiciones laborales, eliminando la burocracia sindical, el sectarismo y el partidismo dentro de la organización. Uno de los hitos más recordados de su historia ocurrió en 1974, cuando durante un conflicto con la empresa los trabajadores no solo tomaron la fábrica, sino que gestionaron la producción durante casi un mes, protagonizando una de las experiencias más importantes de la clase obrera argentina.
“Como lo marca la historia, con la participación y la unidad de los trabajadores, en SOEPU siempre vamos por muchas conquistas más”, afirman desde la comisión directiva.
Un contexto complejo
El acuerdo salarial se da en un contexto de gran incertidumbre para la industria petroquímica regional, con plantas operando a media máquina, reducción de turnos y acumulación de stock producto de la caída del mercado interno. En este marco, el gremio remarcó que continuará defendiendo el poder adquisitivo y las fuentes laborales de sus afiliados en medio de la crisis que atraviesa el país.