El intendente de Rosario, Pablo Javkin, formalizó su presentación como querellante en la causa judicial que investiga la distribución de fentanilo contaminado, un caso que conmocionó al país por su saldo: 54 muertos y una cadena de irregularidades en laboratorios habilitados para importar y distribuir la sustancia.
La causa se tramita en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, y ya investiga a HLB Pharma y Laboratorios Ramallo SA, cuyos directivos están sospechados de desvíos de medicamentos al circuito ilegal. “Vamos a ir a fondo contra todo el esquema mafioso en este tema”, sostuvo Javkin en declaraciones a Infobae.
El municipio argumenta que Rosario no solo fue damnificada por la aplicación del fentanilo adulterado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), sino que además debió activar medidas extraordinarias para proteger a pacientes y personal, con un impacto directo en el patrimonio público y la salud colectiva. “Quiero ser algo más que un testigo”, dijo Javkin. “Rosario es víctima de esta mafia con vínculos narcos y no vamos a parar hasta desenmascarar a cada una de estas personas”.
El escrito de 18 páginas presentado por la Municipalidad detalla una red de vínculos entre los actuales responsables de los laboratorios investigados y personajes con antecedentes penales vinculados al narcotráfico y al caso de la efedrina, como Ariel García Furfaro, Jorge Salinas, Damián García, Marcela Vozza y Jorge Gómez. Muchos de ellos integraban la firma Apolo, cuyo laboratorio explotó en Rosario en 2016 y cuyos responsables evitaron el juicio por estrago culposo mediante salidas alternativas.
La presentación judicial enfatiza que existe una “continuidad estructural y operativa” entre aquel laboratorio y los actuales implicados en la distribución del fentanilo, lo que demuestra —según Javkin— que no hubo sanciones efectivas para impedir la reiteración de conductas de altísimo riesgo.

También remarca que el crecimiento de las importaciones de fentanilo durante la pandemia se mantuvo inexplicablemente elevado en los años posteriores, sin una trazabilidad eficaz por parte de los organismos reguladores. Esto abre la hipótesis de que el desvío al mercado ilegal fue sistemático y no casual, y que actores con antecedentes en el negocio de la efedrina están nuevamente involucrados.
La causa también cuenta con el seguimiento de la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada del Ministerio de Seguridad de la Nación, y con la intervención de la ANMAT y la Mesa para la Prevención del Tráfico Ilícito de Fentanilo. Además del municipio rosarino, se espera que la provincia de Santa Fe y el Ministerio de Salud Nacional, entre otros actores institucionales, se presenten formalmente en el expediente.
El intendente fue citado como testigo por el juez Kreplak, pero va por más: “Rosario tiene que ser parte de la causa porque es la ciudad donde este desastre dejó su huella más visible. Y porque no vamos a tolerar a ningún grupo mafioso actuando en el marco de esta ciudad”, afirmó.