El Ministerio de Economía, a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, difundió las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) acumuladas en las dos primeras jornadas posteriores al anuncio presidencial de eliminación de derechos de exportación.
De acuerdo al análisis realizado por SL24, las liquidaciones alcanzan hasta el momento las 11.466.129 toneladas, con un claro predominio de la soja y sus derivados.
El desglose de las exportaciones
- Soja, aceite y subproductos: representan el 72% del total liquidado.
- 41% corresponde a harina de soja (subproducto).
- 7,8% corresponde a aceite de soja.
- 23,53% corresponde a poroto de soja.
- El 28% restante se distribuye entre otros cultivos y sus derivados, como maíz, trigo y aceites vegetales de distintas variedades.
Estos números desmienten la creencia popular de que las exportaciones argentinas se reducen a “semillas sin procesar”. Por el contrario, el grueso de las ventas externas corresponde a productos con valor agregado, procesados en el Cordón Industrial de San Lorenzo, Timbúes y Puerto San Martín.
El rol del Cordón Industrial
Desde hace años se afirma que la zona aporta cerca del 80% de las exportaciones nacionales de subproductos de soja. Ahora, con las cifras oficiales en mano y en un contexto de volatilidad económica, se confirma la centralidad del polo agroindustrial para la economía argentina.
Este peso estratégico debería traducirse en una mayor visibilidad a nivel nacional. Mientras que sectores como Vaca Muerta lograron posicionarse en la agenda pública y política por la fuerza de la industria petrolera, el complejo agroexportador del Up River continúa teniendo una ponderación mucho menor, pese a su aporte decisivo en materia de divisas y empleo.
Una reflexión necesaria
El anuncio de la eliminación de retenciones no solo generó un fuerte movimiento de ventas, sino que volvió a poner sobre la mesa una discusión pendiente: la escasa valoración del Cordón Industrial en el relato nacional.
La magnitud de lo exportado en apenas dos días muestra el potencial inmenso de la región, que requiere mayor reconocimiento y políticas que acompañen su desarrollo. En un momento de crisis y volatilidad, las cifras son un llamado a repensar la relación entre el país y su principal motor exportador.