La madrugada del domingo dejó un confuso episodio en la zona céntrica de Puerto General San Martín, donde un adolescente de 15 años resultó herido en el brazo por un disparo efectuado por un agente policial en medio de una intervención para disuadir disturbios.
El hecho se produjo en la intersección de Avenida San Martín y Córdoba, cuando un grupo de jóvenes descendió de una trafic proveniente de un boliche de Maciel. Testigos relataron que se inició una discusión que rápidamente derivó en una gresca. Ante esa situación, intervinieron efectivos policiales apostados en el lugar para prevenir incidentes.
De acuerdo a la versión oficial, en medio de la confusión el uniformado descendió de su móvil con una escopeta cargada con postas de goma. En el intento de separar a dos mujeres que se agredían, el arma se habría disparado accidentalmente, impactando en el brazo del menor.
El adolescente fue trasladado de urgencia en moto hasta un centro de salud cercano, donde recibió atención médica inmediata. Su madre, conmocionada por lo ocurrido, expresó en redes sociales: “Le pido a Dios que mi hijo no pierda la movilidad de su mano. Que paguen por lo que hicieron”.
Una mirada al accionar policial
El episodio generó conmoción en la ciudad y abrió el debate sobre el accionar de la policía en situaciones de tensión. No obstante, cabe destacar que, según la investigación inicial, no se trató de un disparo intencional sino de un error humano en medio de un procedimiento complejo.
Los uniformados suelen enfrentar contextos caóticos, donde deben intervenir rápidamente para evitar mayores desmanes. En este caso, la combinación de tumulto, grescas y el uso de un arma antitumulto derivó en una consecuencia lamentable.
La Justicia y la propia fuerza de seguridad ya iniciaron actuaciones para determinar responsabilidades, pero el hecho obliga también a una reflexión: detrás del uniforme hay personas que, expuestas a la presión de la calle, pueden cometer errores.
Investigación en curso
La Asuntos internos dispuso peritajes sobre el arma utilizada y la revisión de cámaras de seguridad de la zona para reconstruir el hecho con precisión. También se tomó declaración a los testigos presentes en el lugar.
Mientras tanto, el adolescente permanece bajo control médico y la comunidad de Puerto General San Martín sigue con atención la evolución de su estado de salud.