La Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fe.Si.Ma.F.) anunció un cese total de actividades por 48 horas que afectará a gran parte del sistema fluvial argentino. La medida comenzará a regir desde las 00:00 del domingo 5 hasta las 24:00 del lunes 6 de octubre y alcanzará a todos los buques que integran la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) y la Cámara Naviera Argentina (CNA).
El paro fue resuelto luego de “extensas negociaciones” sin acuerdo, según comunicó la Federación. En su comunicado oficial, el gremio explicó que la medida responde a la “intransigencia del sector empresario frente al legítimo pedido de recomposición salarial presentado por los gremios que la integran”. Desde la conducción remarcaron que el reclamo busca corregir la pérdida del poder adquisitivo que sufrieron los trabajadores marítimos y fluviales en los últimos meses, y advirtieron que la falta de una oferta concreta de incremento salarial por parte de las cámaras empresarias agotó la instancia de diálogo.
El impacto será amplio. Los remolcadores de empuje cesarán su actividad desde el inicio del domingo y permanecerán amarrados hasta el cierre de la medida. Los buques tanque, portacontenedores y de carga que deban ingresar a puerto o monoboyas durante el período de paro deberán fondear en rada y aguardar la finalización de la protesta. Aquellos que ya se encuentren en operación completarán sus maniobras antes de detener sus tareas. En el caso de los buques offshore, sólo continuarán en servicio los que realicen tareas de seguridad en instalaciones críticas. En todos los casos se mantendrán las guardias mínimas necesarias para garantizar la seguridad de la tripulación, de la carga y del medio ambiente.
La única excepción serán los buques nucleados en la Cámara Argentina de Remolcadores (CAR), que no estarán alcanzados por el cese debido a que ese sector logró un acuerdo con la Federación. Sin embargo, dicho convenio aún no fue firmado, según explicaron desde Fe.Si.Ma.F., por las “trabas y negativas de la Secretaría de Trabajo”, a la que acusaron de demorar el proceso de homologación. “Esperamos poder sortear esas demoras a la brevedad”, agregaron.
El conflicto se produce en un momento de alta actividad en la Hidrovía Paraná-Paraguay, por donde se moviliza el 80% del comercio exterior argentino. La paralización de operaciones durante dos días completos podría generar demoras en el tráfico fluvial y afectar la logística de exportación desde los puertos del norte bonaerense y del Gran Rosario, donde se concentra la mayor parte de los embarques de granos, aceites y combustibles.

Fuentes sindicales señalaron que el paro “no es una decisión deseada, pero sí necesaria” ante la falta de avances. “Durante meses intentamos negociar una recomposición razonable, pero las empresas no presentaron ninguna propuesta concreta que permita acompañar la inflación”, indicaron. Desde el lado empresario, en cambio, algunos representantes de cámaras consultadas por SL24 manifestaron que “la situación económica del país, los altos costos operativos y las cargas impositivas limitan la posibilidad de otorgar aumentos superiores”.
La medida vuelve a tensionar la relación entre los gremios y el sector privado, en un contexto de fuerte presión sobre la cadena logística nacional. Los dirigentes de la Federación dejaron abierta la posibilidad de levantar el paro si se alcanzara un acuerdo antes del domingo, aunque advirtieron que, de no mediar una solución, la medida se cumplirá “con la totalidad de las tripulaciones en los buques afectados”.
El paro dispuesto por la Federación Sindical Marítima y Fluvial vuelve a poner de manifiesto la fragilidad de las negociaciones paritarias en uno de los sectores más estratégicos del país. En medio de la necesidad de garantizar ingresos de divisas y mantener la regularidad en el transporte fluvial, el conflicto sindical se instala como un nuevo factor de incertidumbre en el principal corredor exportador de la Argentina.