La agroexportación cerró noviembre con un ingreso de divisas de U$S 759,7 millones, según informó la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas.
Aunque el dato muestra una caída del 32% respecto de octubre, consolida un año excepcional: entre enero y noviembre entraron U$S 30.323.774.805, lo que representa un incremento del 24% frente al mismo período de 2024.
Las empresas del complejo industrial explicaron que noviembre estuvo marcado por embarques de granos, procesamiento para exportación y operaciones derivadas del régimen especial del Decreto 682/2025, que suspendió temporalmente los derechos de exportación. En esa línea, el flujo de divisas del mes responde en buena parte a anticipos realizados en septiembre.
La liquidación de divisas —que luego se transforma en pesos— es el mecanismo que permite a las exportadoras seguir comprando granos al mejor precio disponible. El proceso funciona con anticipación: alrededor de 30 días para ventas de granos y hasta 90 días para aceites y harinas proteicas. Por eso no existe un vínculo directo entre el volumen embarcado en un mes y la liquidación que ingresa en el mismo período.
Las cámaras aclararon que comparar estadísticas entre meses es impreciso, dado que la actividad está atravesada por múltiples factores externos: volatilidad de precios internacionales, oferta disponible, calidad proteica de las cosechas, clima, feriados, conflictos sindicales, regulaciones externas, barreras arancelarias y exigencias sanitarias, entre otros.
Un sector que sostiene casi la mitad de las exportaciones argentinas
El complejo oleaginoso–cerealero —incluyendo biodiesel y derivados— representó el 45% de las exportaciones totales de la Argentina en 2024, según datos del INDEC.
Los tres productos que más dólares aportan al país siguen siendo:
- Harina de soja,
- Aceite de soja,
- Maíz.
A pesar del volumen exportador, la estructura comercial argentina continúa “plana”. El país permanece estancado tanto en producción como en diversificación de exportaciones, dependiendo de manera casi exclusiva de las fluctuaciones internacionales de precios para alterar su desempeño económico externo.







