El avance de la cirugía robótica dejó de ser una promesa del futuro para convertirse en una realidad concreta en Rosario. El Grupo Oroño consolidó su programa de cirugía robótica con la incorporación del sistema Da Vinci Xi, la cuarta generación de robots quirúrgicos más utilizados en el mundo. El proceso incluye inversión tecnológica, acreditación internacional y años de capacitación del equipo médico.
El director del programa, Dr. Carlos Capitaine Funes, explicó que la cirugía robótica no es un fenómeno reciente: lleva más de 25 años de desarrollo, desde sus inicios experimentales en el ejército de Estados Unidos hasta convertirse en una herramienta que potencia la precisión del cirujano. “No reemplaza al médico: lo amplifica”, remarcó.
Una tecnología que transforma el quirófano
El sistema robótico funciona como una extensión del cirujano. Los brazos instrumentales ingresan al cuerpo a través de incisiones de apenas 8 milímetros, mientras el profesional opera sentado en una consola que le ofrece una visión inmersiva en alta definición, con un nivel de detalle hasta diez veces superior al de la laparoscopía.
Esto permite trabajar en cavidades reducidas, con movimientos más precisos y mayor seguridad. El resultado: menos sangrado, menor trauma quirúrgico y mejores posibilidades de preservar estructuras anatómicas clave.
Capitaine Funes subrayó un beneficio determinante en oncología: la posibilidad de realizar linfadenectomías mucho más completas, al identificar estructuras que antes no podían visualizarse con tanta claridad.
Capacitación internacional y un programa pionero
Para operar esta tecnología, el equipo del Grupo Oroño tuvo que formarse en centros de referencia mundial. La mayoría de la capacitación se realizó en el Hospital Albert Einstein de San Pablo, referente global liderado por el Dr. Ricardo Terra. Además, profesionales locales se entrenaron en instituciones como Harvard y el Hospital Brigham de Boston.
La acreditación que habilita a operar el Da Vinci Xi también es internacional, ya que Argentina todavía no cuenta con un sistema de certificación propio.
El programa del Grupo Oroño ya superó las 40 cirugías robóticas, incluyendo procedimientos torácicos, urológicos, digestivos y pediátricos. Entre los casos más destacados se realizó una cirugía pulmonar robótica en una paciente de 14 años, con resultado exitoso y preservación de tejido pulmonar.
¿Qué viene ahora? Diagnóstico temprano y robots como estándar
Para el especialista, el futuro inmediato pasa por detectar enfermedades oncológicas en etapas más tempranas, especialmente el cáncer de pulmón. El acceso a tomografías de alta resolución y programas de screening será clave para operar tumores en estadios iniciales con cirugías robóticas que ofrecen mejores tasas de curación.
Sobre la evolución de la tecnología, Capitaine anticipó que la inteligencia artificial comenzará a integrarse en la planificación quirúrgica y que, en los próximos años, la robótica será el nuevo estándar de calidad para procedimientos torácicos y abdominales. Aun así, la cirugía abierta seguirá siendo indispensable para casos complejos.
Aunque hoy el costo y la falta de cobertura de obras sociales limitan el acceso, el cirujano considera inevitable que la tecnología se masifique, replicando lo que ocurrió décadas atrás con la laparoscopía.
Rosario ya juega en otra liga
Con la implementación del Da Vinci Xi y un equipo de cirujanos entrenado en los mejores centros del mundo, Rosario se posiciona en un nivel tecnológico comparable al de los principales polos médicos del continente. La innovación ya dejó de ser un proyecto experimental: está funcionando todos los días dentro de un quirófano local.
El Grupo Oroño no sólo invirtió en un robot quirúrgico: construyó un programa que cambia la forma de operar y abre una nueva etapa para la medicina en la región.






