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En Timbúes, entre el calado natural y las tasas: Fiorenza y Pullaro cruzaron miradas por las obras y el costo de los caminos portuarios

En Timbúes, entre el calado natural y las tasas: Fiorenza y Pullaro cruzaron miradas por las obras y el costo de los caminos portuarios

Antonio Fiorenza en Cofco
El acto por el primer embarque de trigo argentino con destino a China desde la planta de COFCO en Timbúes no solo dejó una postal de relevancia productiva y diplomática. También expuso, en el mismo escenario, una tensión política de fondo que atraviesa desde hace años al cordón portuario: quién gobierna, quién paga y quién decide sobre los caminos que sostienen el sistema exportador.

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El acto por el primer embarque de trigo argentino con destino a China desde la planta de COFCO en Timbúes no solo dejó una postal de relevancia productiva y diplomática. También expuso, en el mismo escenario, una tensión política de fondo que atraviesa desde hace años al cordón portuario: quién gobierna, quién paga y quién decide sobre los caminos que sostienen el sistema exportador.

El presidente comunal de Timbúes, Antonio Fiorenza, fue uno de los primeros en marcar posición. En su discurso destacó el rol estratégico de la localidad y de su geografía, subrayando que el desarrollo portuario no fue casual sino consecuencia directa de condiciones naturales únicas, como el calado natural del río Coronda, que permitió la localización de terminales de gran escala en el corazón productivo del país.

Fiorenza puso en valor que ese recurso natural, sumado a la cercanía con las zonas de producción y a la infraestructura instalada, es lo que permite que hoy se realicen embarques de alcance internacional. Pero rápidamente llevó el eje hacia el territorio: remarcó que los puertos no funcionan en el vacío, sino dentro de comunidades que conviven diariamente con miles de camiones, trenes, controles ambientales, seguridad y conflictividad social.

En ese marco, advirtió que sin los municipios el sistema portuario sería inviable, porque son los gobiernos locales los que garantizan el funcionamiento cotidiano en contextos de fuerte presión logística. Señaló que las ciudades portuarias sostienen un sistema “muy limitado”, pero indispensable, y reclamó que las políticas nacionales y provinciales acompañen al productor y a los territorios si se pretende aumentar la producción y sostener cosechas récord.

Maximiliano Pullaro

El mensaje tuvo un destinatario claro: la discusión por la tasa única y el esquema de financiamiento de los caminos portuarios que impulsa la provincia. Sin nombrarlo directamente, Fiorenza dejó en claro que cualquier rediseño del sistema debe contemplar la gobernanza territorial, el impacto social y el rol activo de los municipios donde están instalados los puertos.

Pullaro redobló la apuesta y defendió el plan provincial de infraestructura

El gobernador Maximiliano Pullaro recogió el guante y respondió desde una lógica distinta. En un discurso extenso, defendió el plan de inversión en infraestructura productiva que impulsa la provincia y que fue presentado días atrás en la Bolsa de Comercio de Rosario junto a empresarios y funcionarios.

Pullaro volvió a su frase de cabecera para justificar la intervención provincial en el debate más espinoso del sistema portuario:
“Los camiones salen por tierra y llegan por tierra”, dijo, al explicar por qué la provincia decidió involucrarse de lleno en el financiamiento y la planificación de accesos, rutas y corredores logísticos.

El gobernador recordó que Santa Fe canaliza cerca del 80% de las exportaciones argentinas, recibe unos 2.000 buques por año y soporta el tránsito de más de dos millones de camiones que atraviesan rutas provinciales y nacionales. Sin embargo, remarcó que esos flujos no se traducen en recursos equivalentes para la provincia, que —según sostuvo— aporta al Estado nacional mucho más de lo que recibe.

Desde esa lectura, Pullaro justificó el lanzamiento de lo que definió como el plan de inversión en obra pública estratégica más ambicioso de la historia provincial, financiado en gran parte con recursos propios. Enumeró obras en ejecución y proyectadas, como el tercer carril de la autopista, su extensión hacia Timbúes, y caminos largamente reclamados por la región.

El gobernador coincidió en que las comunidades portuarias ven alterados sus hábitos de vida durante los picos de cosecha, pero sostuvo que la respuesta no puede ser la inacción. Apuntó contra décadas de desinversión estatal en infraestructura para las exportaciones y afirmó que la actual gestión decidió revertir ese proceso con planificación y articulación público–privada.

En ese contexto, defendió el esquema que se discute para ordenar el sistema de caminos portuarios, señalando que es la única forma de dar previsibilidad a quienes invierten, producen y exportan desde Santa Fe.

El mismo escenario, la misma discusión

El cruce discursivo no fue frontal, pero sí evidente. Timbúes volvió a ser el escenario donde se enfrentan dos miradas históricas: la de los municipios que reclaman reconocimiento por el costo social y territorial del sistema portuario, y la de una provincia que busca centralizar la planificación y el financiamiento de la infraestructura logística.

El primer embarque de trigo a China desde COFCO funcionó así como telón de fondo de una discusión que excede largamente al acto. Una discusión que atraviesa gobiernos, signos políticos y modelos de gestión, y que vuelve a poner sobre la mesa una pregunta incómoda: quién paga el precio real del éxito exportador argentino.