Desde el Gobierno provincial informaron que los tres carriles de ese sector ya se encuentran finalizados en lo que respecta a la estructura principal. No obstante, aún restan tareas complementarias, como trabajos de señalización y algunas obras menores, necesarias para dejar la calzada en condiciones óptimas de operatividad.
El administrador general de la Dirección Provincial de Vialidad destacó que, pese a que la obra no está concluida en su totalidad, la habilitación parcial representa un beneficio inmediato para los miles de usuarios que transitan diariamente por esta vía estratégica.
Con la mano Santa Fe–Rosario ya liberada, los trabajos se concentran ahora en el sentido contrario, Rosario–Santa Fe. Según indicaron las autoridades, la finalización de esa etapa está prevista para febrero del próximo año, lo que permitirá completar una de las intervenciones viales más importantes de la región.
Las obras se enmarcan en un plan integral de infraestructura impulsado por el Gobierno de Santa Fe, orientado a optimizar la conectividad entre las principales ciudades de la provincia, reducir los tiempos de viaje y reforzar las condiciones de seguridad en rutas y autopistas.
Desde el Ejecutivo provincial señalaron que los trabajos se desarrollan de manera articulada entre los distintos organismos responsables, con el acompañamiento del gobernador Maximiliano Pullaro y del ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, quienes subrayaron la necesidad de sostener la inversión en infraestructura vial como eje del desarrollo y la seguridad del territorio santafesino.








