Según el relato de la víctima, los ladrones rompieron tres vidrios e ingresaron por la cocina, sorprendiendo al dueño de casa, a quien redujeron de inmediato. Los asaltantes estaban encapuchados, usaban guantes y portaban armas, y actuaron con extrema violencia.
Una vez dentro, ataron al hombre con un cable, lo golpearon y le cubrieron el rostro con una prenda, mientras le exigían dinero y objetos de valor. Durante el ataque, incluso le mencionaron datos que evidenciaban un conocimiento previo del lugar, lo que incrementó el nivel de intimidación.
Tras recorrer la vivienda, los delincuentes se alzaron con un millón de pesos en efectivo, una escopeta calibre 12 debidamente registrada, el teléfono celular de la víctima y una camioneta Ford F-100, con la que finalmente huyeron del lugar.
A pesar del violento episodio, el hombre logró dar aviso a las autoridades. La investigación quedó a cargo del fiscal Santiago Tosco, del Ministerio Público de la Acusación de Cañada de Gómez, quien ordenó las primeras medidas para intentar dar con los autores del hecho y recuperar los elementos sustraídos.







