Este lunes se cumplen 12 años de la desaparición de Paula Perassi, la sanlorencina que salió de su casa y nunca más volvió. En la causa, caratulada como desaparición seguida de muerte, fueron condenados su amante Gabriel Strumia y la esposa del empresario transportista, Roxana Michl.
Paula Perassi, madre de dos hijos y quien cursaba un embarazo producto de una relación extramatrimonial con Strumia, está desaparecida desde el 18 de septiembre de 2011 y sus responsables, según la Cámara Penal, recién fueron condenados en la apelación, ya que en el debate oral resultaron absueltos.
Roxana Michl, sentenciada a 7 años de prisión, hoy se encuentra en libertad condicional, mientras que Strumia continúa detenido tras haber recibido una pena de 17 años de cárcel. En marzo de este año, Nicolás Strumia, hijo del matrimonio de Puerto San Martín, fue imputado en libertad por el delito de falso testimonio durante el juicio.
En febrero de 2022, la Justicia de San Lorenzo le otorgó la libertad condicional a Michl, una de las condenadas junto a su esposo Gabriel Strumia en el juicio por la desaparición seguida de muerte de Paula Perassi.
“Cumplió cuatro años y cinco meses privada de la libertad. El 5 de enero (de 2022) alcanzó las dos terceras partes de la condena”, señaló la abogada defensora Narela Sirio sobre la situación procesal de Michl.
En diciembre de 2020, la Justicia había resuelto confirmar la condena a Strumia y Michl a 17 y 7 años de prisión efectiva, respectivamente. La jueza Bibiana Alonso se encargó de la lectura del fallo. “Esperamos nueve años y tres meses, pero esto es una aspirina para un cáncer. Queremos los restos de Paula”, había dicho Alberto Perassi, padre de Paula, a la salida de aquella audiencia.
Un año atrás, en noviembre de 2019, la Cámara de Apelaciones había revocado el fallo que absolvió en primera instancia a Strumia y Michl, y los condenó a 17 y 7 años respectivamente, por la causa de Paula Perassi.
En un fallo dividido, el tribunal consideró al empresario “autor penalmente responsable del delito de privación ilegítima de la libertad coactiva por tratarse la víctima de mujer embarazada”. A su vez, su mujer fue condenada como partícipe secundaria penalmente responsable del delito que se le achacó a su esposo.
Para el resto de los apuntados, Antonio Díaz (empleado de Strumia), Mirta Rusñisky (presunta autora de la interrupción del embarazo), Daniel Puyol (ex jefe policial de San Lorenzo) y los uniformados Jorge Krenz, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez, se ratificó la absolución. En mayo de ese año, un tribunal compuesto por los jueces Griselda Strólogo, Álvaro Campos y Mariel Minetti había absuelto a todos los imputados.
