Hasta hace no tantos años, parecía una utopía pensar en que en el corto plazo el mercado automotriz iba a ser ocupado en gran medida por vehículos eléctricos y autónomos. La realidad es que la industria de automóviles está atravesando un momento de cambios constantes sin lugar a duda y muchos de ellos tienen que ver directamente con la irrupción de numerosos modelos que tienen estas nuevas tecnologías y características que son amigables con el medio ambiente.
La realidad es que nuevas formas de movilidad van surgiendo, como es el caso de vehículos que no tienen motores a combustión. En este contexto, hay numerosos especialistas que ya empiezan a analizar con mayor detenimiento el mercado y las proyecciones que éste puede tener en relación con estos nuevos automóviles. Un experto del área afirmó que, si se analiza hasta finales del 2022, el 14% de las unidades comercializadas en el mundo entero fueron eléctricas.
Si bien el porcentaje de antes fue un promedio en el mundo, hoy en día hay lugares que tienen mayor incidencia los autos que son eléctricos o autónomos. Para ejemplificar, se puede mencionar el caso de China, que el 25% de las unidades vendidas en el país asiático tienen ese tipo de propulsión. En otros países como es el caso de los europeos Francia o Alemania las cifras son similares, ya que se ubican en torno al 20%.
Si bien hasta hace un tiempo muchos pensaban que estos vehículos iban a ser producidos y vendidos por un determinado tiempo, el mercado muestra con suma claridad que estas tecnologías llegaron para quedarse.
Quienes están en contra de estas mejoras con medios no contaminantes, aseguran que los precios de seguros de autos de este tipo son demasiado altos, que hay dificultad a la hora de cargar sus baterías, que sus repuestos son siempre se pueden conseguir, o bien, que su vida útil es mucho menor que los vehículos a combustión.
Aunque claro, quienes defienden los beneficios que tienen los autos eléctricos, afirman que eso suele suceder con muchas nuevas tecnologías en sus inicios, y que, con la debida aceptación del mercado y el crecimiento en producción, desaparecen esos inconvenientes.
En lo que atine puntualmente a Argentina, los expertos afirman que el país si bien cuenta con un notable rechazo en la composición de estos autos, en el mediano plazo comenzará a crecer, no sólo por la mayor concientización con el medio ambiente de la población en general, sino porque también hay avance en países muy cercanos como es el caso de Colombia o Chile.
Además, remarcar a modo de cierre, que estratégicamente nuestro país en no mucho tiempo puede ocupar un rol fundamental en la generación de energía renovables o bien, de diversos componentes que tienen obligatoriamente los autos eléctricos.
Claro que la situación económica influye porque para muchas personas no es sencillo renovar su vehículo, y más aún pensar en adquirir uno eléctrico, que suelen tener costos más altos que los tradicionales. De igual manera, pareciera que Argentina también se encamina a tener cada vez más presencia de estos nuevos vehículos, algo que será por demás positivo pensando en el largo plazo.