Tras semanas de tensión y negociaciones intensas, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento San Lorenzo (SOEA) cerró este miércoles 10 de abril el acuerdo paritario 2025. La firma tuvo lugar en Rosario y contó con la participación de la Federación nacional del sector, junto a las cámaras empresarias CIARA, CIAVEC, CARBIO y un grupo de empresas representativas de la industria aceitera.
El nuevo acuerdo incluye un aumento salarial escalonado en cuatro tramos:
- 13,3% en abril
- 15,3% en mayo
- 17,3% en junio
- 20% en julio
Además, se pactó el pago de una suma retroactiva de $511.000, a abonarse según la categoría de cada trabajador, en compensación por los meses anteriores.
El entendimiento contempla una cláusula de revisión general en septiembre, aunque el gremio dejó asentado que podría adelantarse si las condiciones económicas lo ameritan. Cabe recordar que esta negociación se había encuadrado en un período de conciliación obligatoria prorrogada, debido al incumplimiento de la revisión acordada previamente en enero.
Desde el SOEA destacaron el resultado como un logro en un contexto adverso, marcado por la incertidumbre económica, la presión inflacionaria y la necesidad urgente de recomponer el poder adquisitivo de las familias trabajadoras.
Sin embargo, más allá del cierre exitoso de la paritaria, el sindicato no dejó pasar la situación desesperante que atraviesan los trabajadores de Vicentin y Renopack, quienes siguen sin cobrar sus salarios. “Nuestra principal preocupación sigue siendo la de los compañeros que hoy no tienen garantizado ni el sueldo ni la continuidad laboral”, señalaron desde la Comisión Directiva y el Cuerpo de Delegados.
El comunicado del SOEA fue claro en su mensaje final: unidad del movimiento obrero frente a una realidad que golpea con fuerza. “Ningún trabajador se salva solo”, afirmaron. La frase no es menor: en pleno conflicto judicial por el futuro de Vicentin y con el derrumbe de muchas estructuras productivas, la defensa de los derechos laborales vuelve a ponerse en el centro de la escena.
Desde San Lorenzo, corazón del Cordón Agroexportador, los aceiteros marcaron la cancha. Con un acuerdo firme y una advertencia que no debe ignorarse: hay trabajadores que aún siguen esperando justicia y respuestas.