La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) lanzó una fuerte advertencia sobre el alarmante aumento de casos de abandono de marinos en buques comerciales. Hasta mayo de 2025, la organización ya registró 158 embarcaciones abandonadas, lo que representa un preocupante salto respecto a los 119 casos del mismo período en 2024, y pone en evidencia una crisis humanitaria silenciosa que se profundiza en alta mar.
Este incremento significa que más de 1.500 trabajadores marítimos han solicitado asistencia a la ITF tras ser abandonados a bordo: sin salario, sin comida, sin agua potable ni posibilidad de bajar a tierra, en muchos casos durante semanas o meses.
“El abandono es un problema creciente y sistémico”, advirtió Stephen Cotton, secretario general de la ITF. “Cada número representa a una persona que ha sido abandonada por una industria y unos gobiernos que fallan en protegerla. Que estemos camino a batir el récord del año pasado es señal de que se necesitan reformas urgentes”.
En 2024, la ITF recuperó 58,1 millones de dólares en salarios impagos, de los cuales 13,5 millones correspondieron específicamente a casos de abandono. En lo que va de 2025, los inspectores de la organización ya lograron recuperar 4,1 millones de dólares, aunque el ritmo creciente de denuncias inquieta cada vez más.
“Nos enfrentamos a propietarios que eluden sus obligaciones, mientras registros laxos o corruptos miran para otro lado”, denunció Steve Trowsdale, jefe de inspección de la ITF. “En muchos casos, ni siquiera se puede identificar quién es el dueño del buque, y los Estados del pabellón no quieren, o no pueden, intervenir. Eso agrava la impunidad”.
Las banderas de conveniencia y la expansión de las flotas sombra
Una de las raíces del problema, advierte la ITF, está en las llamadas banderas de conveniencia (BDC): registros en países que ofrecen mínima fiscalización, bajos impuestos y escasa protección laboral. Actualmente, más de la mitad de la flota mercante mundial navega bajo estas banderas, y más del 80 % de los buques abandonados están inscritos en estos registros opacos.
Ante el crecimiento de las llamadas flotas sombra, embarcaciones utilizadas para evadir sanciones internacionales y transportar petróleo de origen cuestionable, la ITF agregó a Tuvalu y Guinea Bissau a su lista de 45 países con BDC, aumentando el foco sobre prácticas abusivas que afectan directamente a los marinos.
Este sistema ha permitido que armadores inescrupulosos operen con total impunidad, mientras los trabajadores quedan atrapados en condiciones inhumanas: salarios miserables, jornadas extenuantes y ausencia de mecanismos de reclamo efectivos.
La ITF alerta que, de no implementarse reformas urgentes a nivel global, esta crisis seguirá escalando. Mientras tanto, detrás de cada cifra hay un nombre, una historia y una lucha por sobrevivir a la deriva, literalmente.
