El armado político del kirchnerismo en San Lorenzo comienza a tomar forma de cara a las próximas elecciones. Los concejales Martín Cerdera y Esteban Aricó tejieron una alianza que los posiciona como referentes locales de un espacio que se encolumna bajo la conducción de Cristina Fernández de Kirchner dentro del Partido Justicialista nacional.
Cerdera, ligado al Movimiento Evita y con fuerte cercanía a Agustín Rossi, encarna la pata más tradicional del kirchnerismo en la región. Por su parte, Esteban Aricó, que en su momento fue impulsado por el exgobernador Omar Perotti, encontró en la estructura de Juan Grabois su nueva plataforma política.
El rol de Aricó en esta estrategia responde a una movida más profunda: el intento del perottismo de instalarse en San Lorenzo. Perotti, señalado como el peor gobernador de la historia santafesina, vio en Aricó su caballo de Troya para ingresar con fuerza en la ciudad. Para ello, se habría ejecutado un despliegue millonario en fondos, cuya trazabilidad hoy está bajo investigación judicial.
Uno de los puntos más oscuros de este entramado es la creación de una ONG que desvió fondos destinados a asistencia social, una maniobra que está siendo analizada por la Justicia. Entre sus objetivos figuraba la compra de alimentos para jóvenes en situación de vulnerabilidad, pero las denuncias indican que cientos de millones de pesos terminaron en bolsillos privados.
El kirchnerismo local ya está en campaña. La aparición del logo de Unión por la Patria en distintos espacios de la ciudad marca el primer gesto de esta nueva estrategia electoral. Con el respaldo de Cristina y el financiamiento que garantiza el aparato K, Cerdera y Aricó se posicionan para disputar el control político en San Lorenzo, aunque su proyecto arrastra sombras de un pasado reciente marcado por el escándalo.