En la noche del lunes, Gendarmería Nacional llevó a cabo un importante operativo antidrogas en San Lorenzo que culminó con la detención de tres personas, el secuestro de más de 1,7 kilos de cocaína y marihuana, armas y una considerable suma de dinero en efectivo. El operativo, que inició en las calles de la ciudad, desencadenó un allanamiento en una vivienda que confirmó la sospecha de que se trataba de una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes.
El procedimiento comenzó cuando efectivos de Gendarmería, mientras realizaban tareas de patrullaje, observaron a dos hombres en actitud sospechosa. Al notar la presencia policial, los individuos intentaron darse a la fuga, lo que provocó una persecución que finalizó con la aprehensión de ambos en las cercanías de una vivienda en el barrio. En el momento de la detención, las fuerzas de seguridad incautaron un rifle de aire comprimido, teléfonos celulares, y una cantidad considerable de estupefacientes que los sospechosos llevaban consigo.
Tras el arresto, y bajo la supervisión de la justicia, se ordenó un allanamiento en la vivienda a la que intentaban ingresar los detenidos, ubicada en la calle Silvestre Begnis. Durante la requisa, los agentes hallaron una gran cantidad de drogas, incluyendo 1.170,5 gramos de cocaína distribuidos en varios envoltorios y 544,8 gramos de marihuana. Además, se secuestró una pistola calibre 9 mm con la numeración limada, un chaleco antibalas, una balanza de precisión y $1.409.000 en efectivo, lo que reforzó las pruebas de que la vivienda era utilizada como un centro de distribución de drogas.
La investigación también permitió identificar que los involucrados formaban parte de una organización que operaba en la zona con fines de comercialización de estupefacientes, lo que convierte este allanamiento en un golpe significativo para el narcotráfico en San Lorenzo y sus alrededores. Las tres personas permanecen detenidas mientras se profundizan las tareas investigativas.
El fiscal a cargo de la causa ha solicitado la continuidad de las investigaciones para determinar si existen otros implicados y si este grupo tiene vínculos con redes criminales más grandes en la región, que sigue siendo un punto crítico en la lucha contra el narcotráfico debido a su ubicación estratégica en el cordón industrial y portuario.
Este caso refuerza la necesidad de mantener y reforzar los operativos de seguridad en zonas clave, donde las organizaciones criminales buscan asentarse aprovechando los recursos y la infraestructura local.
