La triple frontera santafesina

Andino: un pueblo que perdió la calma y fue refugio del sicario más peligroso del país

Los acontecimientos violentos y robos raros tienen semanalmente a la localidad de Andino en las noticias policiales más importantes de la región. La detención del jefe de sicarios del narco Esteban Albarado son otro llamado de atención para la localidad que supo ser un lugar elegido por su seguridad y naturaleza.

El pequeño pueblo de Andino, Santa Fe, ha sido sacudido por una serie de violentos crímenes que han dejado a sus habitantes en un estado de miedo constante. El 3 de marzo de este año, un ataque sicario en medio de una fiesta de cumpleaños en una quinta conmocionó a toda la comunidad. Los atacantes asesinaron a un prófugo de la justicia, quien había sido filmado dos años antes realizando disparos con ametralladoras en la terraza de Uriel “Lucho” Luciano Cantero, hijo del asesinado líder de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero.

La violencia no se detuvo ahí. El 11 de abril, un jubilado de la Municipalidad de Puerto San Martín fue brutalmente asesinado en su hogar por un joven con antecedentes penales. El fiscal a cargo del caso, Aquiles Balbis, logró reunir las pruebas necesarias para detener al asesino.

Otro caso que conmocionó a la localidad fue el asesinato de Vanesa Soledad Zambrana, de 41 años, el 23 de diciembre del año pasado. El fiscal Maximiliano Nicosia acusó a Aníbal Alberto “Tati” Ortega, de 44 años, quien al ser allanado tenía un arsenal de armas de fuego en su domicilio.

Los vecinos de Andino viven con temor, denunciando olas de robos y la presencia de bandas narcos que se refugian en casas de fin de semana. Este clima de inseguridad se vio reforzado con la reciente detención de Mauricio Laferrara, considerado el sicario más peligroso del país, quien llevaba ocho meses prófugo tras escapar de la cárcel de Devoto. Laferrara es identificado como el jefe de los sicarios que operan bajo las órdenes del líder narco rosarino, Esteban Alvarado, actualmente detenido en la cárcel federal de Ezeiza.

El temor de los vecinos no es infundado. Durante años, han circulado rumores sobre pistas clandestinas de aterrizaje para el tráfico de drogas en la región. Estos rumores ganaron fuerza tras el mega allanamiento en el barrio cerrado Campo Timbó, donde se desmanteló una pista utilizada para traer droga desde Bolivia.

Campo Timbó

La situación en Andino y sus alrededores se asemeja a una “triple frontera santafesina”, un área donde la criminalidad parece haber encontrado un refugio. Los residentes esperan que la atención mediática sobre estos delitos y los esfuerzos de las fuerzas federales y la justicia ayuden a restablecer la seguridad en la región. La esperanza es que la puesta en evidencia de estas actividades criminales impulse una intervención más decisiva y sostenida por parte de las autoridades competentes.