Durante un partido en divisiones inferiores entre el Centro Cultural, Deportivo y Biblioteca Aldao y Deportivo Susana, equipos que militan en la Liga Rafaelina de Fútbol, a un jugador se le rompieron sus botines y un juez de línea decidió prestarle los suyos para que pudiera continuar en cancha.
“Empieza el partido y a los 15 minutos veo que Lucas )uno de los jugadores) viene corriendo y se queda parado. Entre los compañeros y el técnico le preguntaban si pasaba algo, entonces pregunté y el profesor de ellos me dijo que se le rompieron los botines. Ahi fue que me descalcé”, relató Sergio Arrieta, el laiman del encuentro que no dudó ni un segundo en hacer lo que hizo y por eso fue destacado, justo el día en que hizo su presentación como árbitro de divisiones inferiores.
A pesar de que los entrenadores de Colonia Aldao decían que no era necesario, Arrieta insistió. “Pensé que el chico iba a calzar 36, 37, pero su ‘profe’ me dijo que calzaba 42 y yo soy 43, así que se los di para que siga jugando”, agregó.
Gracias a su bondad, y con Lucas en cancha, el Club Aldao ganó ese partido y se ganó el agradecimiento de todos los técnicos y del propio jugador, con quien se comunicó el lunes. “Lo llamé y hablé con los padres. La madre me dijo que tenía una felicidad inmensa. El padre, además, me conmovió con una frase que me dijo: ‘Cuánto de valor tiene la enseñanza que le quedó’ a Lucas”, comentó.
A poco tiempo para graduarse de árbitro, Sergio Arrieta es además profesor de Karate y cursa la carrera de Entrenador Deportivo.
Para alguien ligado al deporte, dice que la difusión que tuvo su gesto representa un “mimo” para los árbitros, quienes suelen ser mirados como los “malos” en la actividad deportiva, pero que, como en este caso, se dedican a esta actividad por amor a lo que hacen y lo demuestran con estas actitudes.
Fuente: airedesantafe
