Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario reveló que la Argentina todavía sigue siendo el principal país consumidor de carne bovina por habitante a nivel mundial. En 2023 se estima un consumo de 53,1 kg por habitante, superando cómodamente a los dos países que continúan en el podio: Uruguay y Estados Unidos, donde el habitante promedio consumiría 43 y 37 kg, respectivamente.
A continuación, siguen en el ranking Brasil (35,3 kg), Israel (27,2 kg), Chile (26,3 kg) y Australia (25,6 kg). Así, el tradicional asado continúa siendo uno de los pilares de la tradición gastronómica nacional y un infaltable en la mayoría de las mesas argentinas.
El consumo de carne vacuna per cápita en Argentina no refleja el marcado aumento de precio que se registró en los últimos meses. Es que en lo de va de este 2023 alcanzó su máximo consumo en cinco años. Estas conclusiones son la consecuencia de una serie de informes que publicó la Bosa de Comercio de Rosario (BCRA). En el reporte mismo se destaca que Argentina se mantiene como el país con mayor consumo per cápita de carne vacuna del mundo, y el segundo de mayor consumo de carne, incluyendo porcina y aviar, entre los que tienen más de un millón de habitantes.
En el primer trimestre de 2023, el consumo de carne vacuna per cápita se ubicó en 53,1 kilos por año, lo que representa su máximo nivel desde el 2018 y una suba de casi cinco kilos por habitante respecto a los 48,4 kilos promedio de 2022. Aun así, todavía se encuentra lejos del registro de 67,8 kilos de 2007, el máximo desde el 2001.
De este modo, se sigue revirtiendo parcialmente, por segundo año consecutivo, el proceso de merma del consumo argentino de carne de los últimos años, que comenzó a darse precisamente en 2017. Entonces, el por entonces presidente Mauricio Macri decidió eliminar el Registro de Operaciones de Exportación, una medida que implicó una apertura de la venta de carne al exterior y por ende acopló los precios internos a los de exportación, mucho más elevados. En este contexto, el consumo per cápita alcanzó en 2021 su mínimo histórico desde que hay registros, con 47,7 kilos por año.
Al tomar los datos hasta marzo, se trata de un escenario positivo también porque tiene en cuenta el importante aumento de carne vacuna que se dio entre fines de enero e inicios de febrero, de aproximadamente un 35% para los precios de mostrador, aunque no la suba menor a un 10% de inicios de abril.
En paralelo, tomando en cuenta también la carne porcina y aviar, el consumo alcanzó los 115,1 kilos per cápita, también en niveles similares a 2017, tratándose del segundo registro más alto desde el año 2000 y un 4,2% superior a la cifra de 2022, consignó el informe de la BCR.
A pesar del crecimiento del consumo de carne aviar y porcina en términos absolutos, estas pasaron a tener en 2023 una menor participación total, al bajar del 56% al 54%, mientras que la carne vacuna aumentó su participación del 44% al 46%. Es decir, la suba del consumo total a niveles récord es mayormente producto de la recuperación del consumo de carne bovina. Aun así, la suba absoluta del consumo de carne aviar y porcina muestra que el reemplazo por estas alternativas más baratas llegó para quedarse.