Argentina es un país sin soluciones. No, sin solución: sin soluciones. Ni el gobierno ni la política ofrecen soluciones a los problemas diarios de la gente. Los impuestos son muy altos y los servicios públicos del Estado son muy malos, deficientes.
El panorama que tenemos hoy es el siguiente: Cristina Fernández es el eje de la política. Ella no da entrevistas ni conferencias de prensa, no dialoga con la oposición, cada tanto aparece públicamente y hace un monólogo de temas que por lo general no tienen que ver con los problemas de la gente, y mucho menos con las soluciones. Cuenta una realidad que no se parece en nada a lo que nosotros vemos como la realidad; es más bien una realidad virtual. La última prueba de ello es lo que plantea sobre su atentado.
Editorial de Marcelo Fernández en @teleferosario
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El resto de los actores políticos, tanto los del partido de la vicepresidenta como los de la oposición, gira alrededor de lo que ella expone. Y así se nos va la vida, discutiendo cosas de esa realidad virtual. La sociedad cayó en la trampa y estamos enfermos: la agenda pública discute sobre cosas alejadas de los problemas concretos de la gente. Es difícil imaginar quién nos sacará de esta situación.
