El modelo de corrupción que caracteriza a La Cámpora vuelve a quedar en evidencia, esta vez con réplicas locales en la ciudad de San Lorenzo. Denuncias recientes revelan un entramado de desvío de fondos públicos destinado a programas sociales, manejados por allegados al kirchnerismo, y que habrían sido utilizados para fines políticos y personales. Entre los casos más resonantes se encuentran los llamados “comedores fantasmas” y el financiamiento irregular de medios de comunicación.
La trama no solo involucra a dirigentes locales, sino que también guarda similitudes con escándalos nacionales vinculados a La Cámpora, como las investigaciones sobre sobreprecios en medicamentos oncológicos durante la gestión de Luana Volnovich al frente del PAMI y la imputación de un diputado camporista por la creación de cuentas en redes sociales destinadas a intimidar adversarios y periodistas.
Comedores fantasmas y millones en comida robada
En San Lorenzo, las denuncias apuntan al funcionamiento de un comedor manejado por colaboradores del dirigente camporista Esteban Aricó. Según las investigaciones, el comedor, que en los papeles debía asistir a cientos de personas, no cumplía con su función. Sin embargo, recibió millones de pesos en recursos que habrían sido desviados para otros fines.
El llamado “comedor fantasma” es solo la punta del iceberg. Documentos y testimonios revelan que el dinero destinado a este programa social se habría utilizado para financiar actividades políticas y medios de comunicación ligados a La Cámpora. Como consecuencia, el Concejo Municipal de San Lorenzo decidió citar a los responsables para que den explicaciones sobre la administración de los fondos públicos.
Medios fantasmas y financiamiento oscuro
Otra de las maniobras denunciadas en la trama corrupta es el financiamiento de medios de comunicación locales con recursos desviados de programas sociales. Según fuentes judiciales, parte del dinero destinado a la compra de alimentos y materiales para comedores fue utilizado para sostener portales y canales alineados políticamente con el kirchnerismo.
Este esquema no es nuevo. La Cámpora ya había sido señalada a nivel nacional por estrategias similares. En 2023, Volnovich fue denunciada por el supuesto pago de sobreprecios en medicamentos oncológicos durante su gestión en el PAMI, un caso que está siendo investigado por la justicia federal. Más recientemente, un diputado camporista fue imputado por la creación de cuentas en redes sociales destinadas a hostigar a opositores, periodistas y empresarios, utilizando recursos del Estado.
Una réplica del modelo nacional
Lo que ocurre en San Lorenzo es un reflejo del esquema que La Cámpora ha implementado a nivel nacional: el uso de recursos públicos para beneficiar a su estructura política. Las investigaciones en curso buscan determinar el alcance de las irregularidades y si existen vínculos directos entre los responsables locales y figuras nacionales de la agrupación.
El caso del comedor fantasma no solo expone el desvío de fondos, sino también el abandono de la infraestructura vinculada a estas maniobras. El bunker de la ONG, que en su momento se presentó como un espacio para la asistencia social, se encuentra actualmente en estado de abandono y ha sido puesto en alquiler, lo que refuerza las sospechas sobre su verdadero propósito.
El desafío judicial
Las denuncias y citaciones realizadas por el Concejo de San Lorenzo son apenas el comienzo. La justicia deberá determinar la responsabilidad de los implicados y si este modelo de corrupción local tiene conexiones directas con los casos nacionales que involucran a La Cámpora.
En un contexto en el que el país enfrenta serios problemas económicos y sociales, las maniobras que desvían recursos destinados a los sectores más vulnerables resultan especialmente graves. San Lorenzo se suma a la lista de ciudades donde la corrupción, enmarcada en el modelo camporista, deja una huella profunda que exige respuestas judiciales y políticas contundentes.