En un operativo de control vehicular realizado ayer, en jurisdicción de Timbúes, agentes de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) detuvieron la marcha de camión y le realizaron test de alcoholemia a su conductor.
El resultado asombró a todos, pues el transportista arrojó que tenía 2,31 gramos de alcohol en litro de sangre, lo que se traduce en que estado muy alcoholizado. Y que manejaba en tales condiciones, lo que generaba un gran peligro.
Si bien para estos profesionales la tolerancia es 0, a modo comparativo, el máximo permitido para un automovilista es 0,5 gramos.
El vehículo fue secuestrado y su chofer demorado.

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