Parece increíble, pero fue real.
Durante la madrugada de este lunes, un joven arrojó una bomba molotov sobre la fachada de la comisaría 6º de Roldán, provocando solamente daños materiales menores.
Tras el atentado, el personal policial salió en su búsqueda logrando ser capturado.
Según se supo, el motivo de tan vehemente agresión no fue otro que demostrar su descontento por la remisión de su moto que horas antes la policía hizo tras detectar irregularidades en su documentación.
Para el caso de Pérez, los balazos arruinó también la fachada de la subcomisaría 18ª, de Cabín 9.
Un grupo de vecinos identificó a un joven de 19 años por amenazas y abuso de armas. En ese momento, desde una camioneta Chevrolet S10 dispararon al menos cinco veces y dos balas impactaron contra un patrullero.
Tras el ataque, hubo intercambio de disparos con los uniformados y comenzó una persecución. El vehículo, desde el que se efectuaron los balazos, fue hallado abandonado en calle El Jacarandá al 700.
Tampoco aquí hubo heridos.
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