Los controles para velar por el cumplimiento del último decreto redactado por la Provincia, en consonancia con la Nación, para restringir la circulación en las acalles como una manera de detener el avance en el número de contagios por coronavirus, en San Lorenzo se enfrenta a un obstáculo que no es menor.
Sucede que el equipo de inspectores que tiene esa tarea de control, que debe salir a recorrer la calle, cuenta con una sensible baja en la cantidad de personas: desde el pasado 31 de diciembre a la fecha son siete las personas que dejaron de prestar servicios por contagio de coronavirus.
Así lo confirmó la titular del área de Inspección General local, Roxana Tersol.
“Para nosotros no es fácil bajar a aun lugar donde deciden no cuidarse”, sintetizó la funcionaria en alusión a los bares, restaurantes u otros comercios de un rubro similar donde sus concurrentes determinar no cumplimentar los protocolos sanitarios anticovid.
En otro orden, Tersol confirmó que el fin de semana pasado labraron algunas actas a comercios por tales razones y que este próximo fin de semana se intensificarán los controles.