Desde hace más de un mes, el Gobierno dispuso un cambio importante en materia de comercio exterior. Se dejó de lado el polémico sistema que requería una autorización de Estado para importar (SIRA) y se pasó a una flexibilización de las normas con un mecanismo meramente informativo (SEDI). En la práctica implica una mayor apertura.
El sector automotor está comenzando a operar bajo estas nuevas reglas de juego, lo que permitiría un incremento de la participación de los vehículos que vienen del exterior.
Ante esto, el presidente de la cámara que agrupa a importadores de marcas no radicadas en el país (CIDOA), Hugo Belcastro marco que: “Se está funcionando con total libertad. Se hace el trámite de las SEDI y sale sin problemas. Se terminó el problema de saber cuándo se podía o no despachar una mercadería. Estamos trabajando con total normalidad, como era antes. Nos habíamos acostumbrado a la anormalidad”,
Con el nuevo esquema importador, no hay restricción para el ingreso de vehículos del exterior. El único tema a tener en cuenta es que, a diferencia de años atrás, cuando se podían hacer giros en dólares anticipados al exterior por un producto, ahora hay un cronograma de pagos para que el Banco Central libere las divisas a las empresas.
En el caso de autopartes es a los 30 días de realizada la importación y para los autos terminados a los 180 días. Es decir, para los autos que se están importando desde diciembre se liberarán los dólares a partir de junio.
“Hoy el sector se mueve en base a la competencia. Hay una economía de mercado. Nadie puede decir que le falta una pieza o que no puede traer determinado modelo. Se terminaron las trabas, se terminó la falta de oferta, se terminaron los sobreprecios”, aseguró Belcastro.
En la misma línea, señaló que ya hay entrega inmediata en casi todos los modelos y que el resto se irá normalizando. También es cierto que el normal abastecimiento dependerá de la decisión de cada automotriz de incrementar las importaciones. También es un factor importante la respuesta de la demanda en un momento de crisis económica.
Hasta el año pasado, por el faltante de unidades, los autos se vendían con recargos, mientras que en las últimas semanas, en muchos casos, comenzaron a aparecer los descuentos.
El viernes de la semana pasada, el directivo se reunió con el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, para analizar la situación del mercado.
“Tuvimos una excelente reunión y encontré muy buena predisposición y una actitud muy proconsumidor. Porque con los cambios que se están llevando adelante el que gana es el consumidor”, dijo el titular de CIDOA.
Con la flexibilización de las importaciones, la expectativa en el sector se centra en qué pasará con la oferta de vehículos y con los precios.
En los últimos tres años se produjo un giro en el mercado. Por las restricciones para importar, los autos que salen de las fábricas argentinas fueron ganando terreno y terminaron el 2023 con una penetración de más del 70%.
En tanto, los que llegan del exterior perdieron peso. Hasta 2019, la relación era inversa y el 70% de los 0km que se vendían provenían del exterior.
Hay que tener en cuenta que los autos que salen de las fábricas locales tienen más de 60% de piezas importadas, lo que hace que el déficit del sector –según los últimos datos del 2022 – supere los u$s8.000 millones.
“Lo que va a suceder en mercado es que va a mejorar la calidad de los vehículos, va a haber autos más seguros y mejor equipados. La gente va a poder elegir con una oferta mejor. Desde las marcas que estamos en CIDOA vamos a ayudar a modernizar el parque automotor”, explicó el dueño del Grupo Belcastro, importador de las marcas Alfa Romeo, BAIC, Isuzu y Ferrari.
En cuanto a los precios, el empresario estimó que los 0km que expresan su valor en dólares ya se ubicaron en el valor que van a estar. Los que están en pesos, dependerá del ajuste que vaya teniendo el dólar oficial y lo que suceda con la brecha cambiaria.
Por otro lado, el empresario consideró que el mecanismo de importación con dólares propios, que estuvo vigente durante el 2023, no está en los planes de restablecerse.